El Ministerio de Salud de la Nación, comandado por Mario Russo, advirtió hoy que «continuará el combate» contra el dengue «basado en la evidencia científica y no en operaciones de prensa». Además, señaló que están realizando «un seguimiento epidemiológico» y que la estrategia de «la eliminación del mosquito» en todo el territorio es «la primera línea de defensa para frenar el dengue».
«La clave para combatirlo es el trabajo local y peridomiciliario. Esta es una tarea que debe realizarse continuamente, no sólo debido al contexto actual, sino anticipándose a la próxima temporada para llegar con menor población de mosquitos», afirmó el comunicado.
Asimismo, destacaron que «el ministerio de Salud de la Nación trabaja evaluando la evidencia recolectada» y con las medidas correspondientes, para el seguimiento, «sobre todo en las zonas con mayor circulación» del aedes aegypti.
«A las acciones para el control del mosquito transmisor, se sumó también el apoyo a la atención oportuna y adecuada de los casos, a través de una red federal de referentes clínicos para coordinar acciones en forma articulada y fortalecer el diagnóstico y el funcionamiento de los sistemas de salud», aseguró la cartera sanitaria.
Según el ministerio encabezado por Russo, el objetivo del comunicado es «llevar claridad de la población» cumpliendo con el rol de ser el «organismo rector encargado de definir una estrategia de inmunización como política de salud pública».
Al mismo tiempo, afirmaron que realizar una campaña de vacunación «conlleva un enorme responsabilidad» y no puede estar «sometida» a los intereses de «determinados sectores». «Resulta importante aclarar que la ANMAT aprobó la seguridad de la vacuna Qdenga en abril de 2023, pero desde aquel momento ni el gobierno anterior ni los infectólogos ni los organismos internacionales alcanzaron el consenso para recomendarla como estrategia para incluirlo en el calendario nacional de vacunación», sentenció.
El brote de dengue, el peor registrado hasta el momento en el país, ya sumaba más de 180 mil casos en el país, un 90 por ciento de los mismos autóctonos, con un total de 129 fallecimientos en la temporada 2023/2024, según el último Boletín Epidemiológico difundido por el Ministerio de Salud.
Según el Ministerio, la vacuna contra el dengue está siendo aún estudiada «para establecer su efectividad, según el rango etario y regiones endémicas» y destacó que sigue sin ser «una herramienta que esté validada para controlar la transmisión de la enfermedad en el contexto del brote».
Finalmente, instaron a las empresas vinculadas con la producción de vacunas «a evitar presiones que pretendan apresurar decisiones que puedan poner en riesgo a los argentinos» y que trabajarán «de forma permanente» con todos los ministros de Salud del país «dejando de lado cualquier diferencia partidaria».
En los últimos días se escucharon críticas a la gestión de la pandemia, una de ella proveniente del senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau, quien atribuyó a una «falla de mercado» a escasez de repelente, en clave de ironía.
«Tener un Estado grande y deforme es un problema pero caer en la trampa del estado mínimo como el que le gusta a (el presidente Javier) Milei tampoco es la solución», expresó el ex ministro de Economía de la gestión de Cristina Kirchner.
A una cuestión parecida apuntó el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. El funcionario destacó que el 85% del mercado de repelente está ofrecido a una empresa: «Tendría que intervenir el Estado Nacional para aumentar la producción o fabricar. Es difícil porque el mercado no se regula solo, en materia de salud tampoco».
«Ya todos sabíamos que venía este verano una temporada de dengue muy grande, no había que esperar hasta marzo, sino que el 11 de diciembre había que arrancar con un plan de Gobierno que tenga como primera emergencia resolver el problema», agregó en diálogo con Splendid AM990.