La asistente de Planificación del Centro Regional Patagonia Norte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), Mariana Amorosi, destacó la producción de la primera variedad de cannabis medicinal en la Argentina, llamada Inta-Cannawine, un trabajo llevado a cabo en conjunto con la ONG Ciencia Sativa en Bariloche.
“La ONG venía trabajando en variedades locales, tuvimos la suerte que ingresaran al Inta para el mejoramiento y ya tenemos la primer Cannawine registrada que es la primera variedad entre el Inta y Ciencia Sativa”, explicó Amorosi a Radio Télam.
La funcionaria, que también es jefa del proyecto, dijo que el cultivo es a escala y que en la actualidad cuentan con 460 plantas cumpliendo con todas las normas de seguridad del lugar.
“Una planta muy productora ese es el objetivo del laboratorio de fitomejoramiento con una idea de que se puedan generar más variedades y se pueda valorizar lo que hay en el país”, sostuvo Amorosi.
El cultivo cuenta con la aprobación del Ministerio de Salud y se trabaja en dos hectáreas pertenecientes al Inta.
Al respecto de los comienzos del proyecto dijo que “comenzamos a trabajar hace un año y medio en el laboratorio de fitomejoramiento en la experimental Bariloche donde ante el cambio de reglamentación del Instituto Nacional de Semillas (Inase) donde se podía blanquear las variedades que estaban en el país y empezamos a trabajar con la ONG”.
Amorosi también señaló que en la estación experimental del Alto Valle del Inta tienen un convenio público privado entre la Asociación Ciencia Sativa, el laboratorio Paseratti y el laboratorio público de Rio Negro con el que se genera toda la cadena de producción.
“Desde INTA y Ciencia Sativa generamos la materia prima y un laboratorio hace la extracción de resina y termina en el laboratorio público de Rio Negro donde se generaran los productos finales”, indicó.
Asimismo, explicó que tienen todo el proceso de la planta productiva “tenemos el secado, el procesado, por eso es una cadena completa con todos sus procesos desde la semilla hasta el producto final que es lo que la gente va a poder consumir y agregado a esto también tenemos un sistema de trazabilidad Trasacam que el que hacemos toda la traza de la semilla o el esqueje hacia atrás que son sus plantas madres y hacia adelante que es todo el proceso que se generó hasta el producto final”.
Por último, manifestó que el proyecto además de potenciar las propiedades de la planta es para “generar economía regional, generar empleo, generar nuevas oportunidades a nuevas empresas, nuevos productores que puedan diversificarse”.