Un informe de la Unión Industrial de Córdoba (UIC) que se cerró este pasado viernes, con una ronda de consultas con empresas de toda la provincia confirmó que el 13% de las fábricas se encuentra paralizado.
¿El motivo? Se trata de un combo que incluye una etapa de vacaciones y que suma la tercera ola de Covid que para gran parte de los consultados resultó peor que las dos primeras.
De esta manera, el normal desarrollo de la actividad industrial está amenazado por la cantidad de trabajadores ausentes de sus puestos de trabajo por cuestiones vinculadas a Covid.
Tal como lo anticipó este diario esta semana, un cuarto de los empleados de las industrias de la provincia tiene Covid o están aislados por contacto estrecho. Eso podría comenzar a revertirse el lunes cuando entre en vigencia la disposición que evita el apartamiento del contacto estrecho vacunado y sin síntomas. Desde el 17, esa persona podrá presentarse a trabajar.
Más de la mitad de los dueños o directores de industrias consultados afirman que este brote de Covid los ha afectado más que los picos anteriores.
Según indican, esto se debe principalmente a tres factores: la simultaneidad en la que se han producido los contagios, el cese de una estrategia de trabajo en burbujas y la coincidencia con el período de otorgamiento de vacaciones.
Para ejemplificar la magnitud del impacto, este ha sido tal que un tercio de las fábricas ha reducido sus niveles de actividad y un 13% está directamente parado. A su vez, solo dos de cada diez industriales piensan que sus empresas podrán seguir operando igual de bien o mejor que lo que lo están haciendo ahora.
Los nuevos protocolos sanitarios en lo que respecta a contactos estrechos podrían traer alivio al acortar el plazo de aislamiento en algunos casos y suprimirlo totalmente en otros. Sin embargo, todavía dejaría al margen a 10.000 trabajadores industriales: ese 4% que aún no se ha vacunado y el 6% que tiene una sola dosis.
Ante esta situación, en 3 de cada 4 industrias se han llevado a cabo acciones de concientización y promoción de la vacunación y en general los industriales consideran que en las localidades en donde tienen operaciones sus empresas las vacunas son accesibles para el personal.
Probablemente eso explique la alta adhesión que despierta la demanda de contar con algún mecanismo legal para actuar frente a colaboradores que deciden no vacunarse. El 80% de los industriales lo está reclamando.