A cuatro meses de su puesta en funcionamiento, el primer taller público de Órtesis y Prótesis del país ya brindó soluciones a 19 pacientes.
Este taller trabaja restaurando distintos equipamientos, como órtesis, plantillas, cambios de conos, bipedestadores y una silla de ruedas plegable.
El dispositivo, dependiente de la Subsecretaría de Discapacidad del Ministerio de Salud, funciona en el viejo Hospital San Roque y atiende a pacientes de escasos recursos y sin obra social.
Este espacio tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, al mismo tiempo que promueve un uso eficiente de los recursos públicos. Parte de estos elementos fueron provistos mediante donaciones.
Uno de los beneficiarios de este programa es Iván Acuña, un joven de 20 años que llegó al taller derivado del Hospital Misericordia, donde recibe rehabilitación tras sufrir un ACV.
“Me quedé sin obra social porque en el trabajo se me terminó el contrato. Mi madre fue a la Facultad de Kinesiología y le recomendaron la atención en el Hospital Misericordia, donde actualmente me estoy rehabilitando”, relató.
Cabe destacar que el taller funciona en el edificio del antiguo Hospital San Roque y está dirigido a pacientes sin cobertura médica (obra social o prepaga).
Sobre su experiencia en el proceso, Acuña resaltó la calidad de la atención recibida: “Me dieron un turno para la misma semana en la que me atendieron. Luego me hicieron el molde y me dijeron que volviera en 15 días”, agregó.
Joana Velásquez, oriunda de Santa Fe, vive en La Ramada, departamento San Javier, junto a su hijo Juan, de seis años, quien padece hemiplejia. Como parte de su tratamiento, se le recomendó el uso de dos botas ortopédicas, que fueron confeccionadas en el Taller de Órtesis y Prótesis.
Su madre contó el camino que debieron recorrer para acceder a este tratamiento: “Lo llevé a una terapia en Villa Dolores, donde me aconsejaron iniciar trámites en una ONG para mejorar sus piecitos y que en el futuro pueda caminar”.
El acceso a la atención implicó varios traslados, desde La Paz hasta Córdoba, en busca de especialistas. “Una profesional de la salud me recomendó médicos en Villa Dolores y luego en Córdoba”, explicó Velásquez.
Una vez en la capital provincial, Juan fue atendido en el Hospital de Niños, desde donde lo derivaron al taller. “En este lugar nos hicieron las botitas rápidamente. Ahora solo queda que Juancito se acostumbre a ellas para que en el futuro pueda correr”, comentó.
Joana recordó con emoción el momento en que recibió la confirmación de que su hijo accedería a las órtesis: “Un día me avisaron que debía llevarlo a Córdoba para hacerle el molde. Hasta que no lo vi con mis propios ojos, no lo creía. Hoy ya tenemos sus botitas nuevas”.
Optimización de recursos
Este espacio se destaca por su impacto económico gracias a la fabricación propia y el reciclaje de materiales, se logró un ahorro total del 96,62%, con un costo total de materiales utilizados de $437.600 frente a un gasto estimado de $12.505.000 si se hubieran adquirido los elementos y herramientas en el mercado.
En detalle el taller atesoró en los siguientes insumos:
- Órtesis: Se realizaron 11 dispositivos con un ahorro de $6.050.000 frente a un costo de materiales de $314.250.
- Cambios de conos: cuatro pacientes fueron atendidos, logrando un ahorro de $4.600.000 frente a un costo de $88.350.
- Plantillas: Se fabricaron dos plantillas personalizadas, incluyendo una por amputación de dedos, con un ahorro de $205.000 frente a un costo de $35.000.
- Bipedestadores: Dos equipos fueron entregados reutilizando elementos reciclados, lo que representó un ahorro total de $4.300.000 sin costo de materiales.
- Silla de ruedas plegable: Recuperada de una devolución, evitó un gasto de $1.350.000.