La Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) llevó a cabo en septiembre de 2021 un relevamiento representativo y generalizable para la población de la ciudad de Córdoba, bajo la modalidad de encuestas por muestreo en 600 hogares. El trabajo se inscribe en el marco de una convocatoria de proyectos de investigación en áreas prioritarias impulsado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, y financiado por la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación.
Respecto a esto, el estudio, realizado sobre las estribaciones finales del aislamiento social obligatorio instrumentado para reducir los contagios de Covid-19, permitió cuantificar con rigurosidad estadística un amplio repertorio de comportamientos y hábitos en materia de consumos culturales.
Por ello, el informe advierte que las transformaciones de los consumos culturales no se circunscriben al campo tecnológico, sino que alcanzan a los territorios y a las formas de socialización: “Hay un desplazamiento desde espacios públicos a privados, desde espacios lúdicos y de socialización a consumos individuales, de contacto remoto entre quienes participan, así como el tránsito en el uso de aparatos pesados e inmóviles de uso compartido, a tecnologías ligeras y portables de uso personal”.
Para sus integrantes, esas “transformaciones en la estructura de la experiencia” son las que propiciaron un terreno fértil para la “virtualización de prácticas históricamente presenciales”, como la asistencia a clases, a los lugares de trabajo o a los ámbitos de entretenimiento. A su vez, el grupo de investigación pudo determinar que la pandemia, más que desencadenar estos cambios en la sociedad, brindó el “contexto favorable para ellos”: el aislamiento y la pérdida de contactos interpersonales son parte de un fenómeno que venía emergiendo con anterioridad.
A su vez, el informe señala que “el impulso al teletrabajo, la desaparición del fin de semana como espacio-tiempo de preferencia, el carácter deslocalizado del consumo de internet, la estimulación constante y permanente de la conectividad a través de múltiples aparatos en el hogar y la multiplicación de las formas narrativas audiovisuales son algunas de las tendencias que dan cuenta de hábitos y preferencias emergentes que encontraron favorables condiciones de posibilidad en el tiempo extendido de la pandemia”.
Según los datos recabados, en la ciudad de Córdoba se contabilizaron 1,4 teléfonos móviles por persona mientras que, en materia de dispositivos, el protagonista es el televisor. Basados en el informe, en cada vivienda existen en promedio 5,6 televisores, los antiguos modelos analógicos conviven con las variantes ‘smart’ y 4K, y el dormitorio desplazó a la cocina y el living como ubicación predilecta de este aparato. Cabe destacar que Fabiana Martínez, vicedecana de esa unidad académica, adelantó que los datos quedarán disponibles para cualquier grupo de investigación que desee profundizar en su análisis.