La Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) acordó el viernes pasado en la Secretaría de Trabajo de la Provincia un esquema de suspensiones rotativas y flexibles que apunta a reducir 30% el costo salarial transitoriamente, hasta recuperar contratos de mantenimiento con el sector privado.
Según lo informado desde la empresa, el objetivo de ese esquema es “sostener las capacidades estratégicas” de la compañía y conservar los recursos humanos altamente capacitados y específicos con los que cuenta Fadea.
Se trata de un tipo de acuerdo laboral que es habitual como procedimiento de crisis en el sector privado, pero que no es común en una empresa estatal. En la práctica, el esquema es flexible porque cada sector suspende en función de las necesidades operativas. Además, el sistema permite compensar, de modo que no haya sectores pagando horas extras mientras otras áreas están inactivas.
Los gremios que participaron en la discusión son el Sindicato de Trabajadores Aeronáuticos (STA), Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (Apta). Según la notificación recibida por el personal, el esquema rige entre abril y julio y las suspensiones “se llevarán a cabo de manera rotativa en aquellas áreas específicas que se están viendo más afectadas”. Durante los días de suspensión, el personal afectado recibirá una compensación económica no remunerativa equivalente al 75% del salario neto, reveló ayer el diario La Voz del Interior.
Desde la conducción encabezada por Fernando Sibilia recalcan que no se trata de un plan de achicamiento de la empresa, y se ratifica la decisión de avanzar en la búsqueda de nuevos clientes del sector privado para revertir la ecuación actual: el 90% de los ingresos de Fadea provienen del Estado, sea a través del Ministerio de Defensa, de la Armada o del Ejército. Esos ingresos provienen de la provisión de los aviones Pampa, la recuperación de helicópteros Augusta, la evolución de los aviones Pucará a Fénix y el desarrollo y construcción del entrenador básico Malvina.
Ajuste quirúrgico
En otras palabras, desde Fadea sostienen que el ajuste que se está ejecutando en la planta cordobesa no es al “estilo motosierra”, sino quirúrgico, y tratando de potenciar la capacidad productiva de la planta para la búsqueda de nuevos clientes.
Además de las suspensiones acordadas la semana pasada, está en marcha un programa de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas que apunta a achicar un 10% la dotación de 920 empleados recibida de la anterior gestión. Desde febrero último hubo desvinculaciones, entre ellas las de dos gerentes y algunos empleados que fueron despedidos por “razones operativas”, con las correspondientes indemnizaciones. En la mayor parte de los casos se trató de empleados “indirectos” o no vinculados específicamente con las áreas duras de la producción de Fadea.
El antecedente en materia de reestructuración es el de 2018, cuando durante el gobierno de Mauricio Macri la dotación de Fadea pasó de cerca de 1.600 empleados a poco más de 800. “El proceso actual nada tiene que ver con eso, son cambios que se hacen buscando eficiencia para conservar la capacidad estratégica y poder recuperar negocios con el sector privado”, aseguran.
Cuando el presidente Javier Milei envió la Ley ómnibus al congreso, Fadea era una de las empresas que figuraba en la lista de las que serían privatizadas. En el proyecto reducido que ahora comenzará a tratar la Cámara de Diputados, no figura. En la práctica, Fadea tiene socios privados y busca sumar otros: esa es el objetivo principal que desde mediados de febrero estableció la conducción de Sibila. La fábrica cordobesa tiene 97 años.
En la actualidad, los principales acuerdo con el sector privado son los que rigen con Etihad –una empresa aérea de Abu Dabi– y con Embraer. Desde el año pasado, Fadea perdió una certificación que otorgan organismos aeronáuticos chilenos y eso produjo la pérdida del contrato de mantenimiento de los aviones de Latam Chile. Restablecer esas habilitaciones es un objetivo prioritario.
Desde febrero pasado, la nueva conducción reestructuró Fadea en cuatro unidades de negocios diferentes: fabricación de aviones, mantenimiento militar, mantenimiento comercial e ingeniería. El objetivo es mejorar la capacidad de proveer servicios y que cada unidad genere nuevos clientes. La compra de compra de 24 aviones de combate F-16 a Dinamarca por parte del Ministerio de Defensa también abre la posibilidad de nuevos servicios al Estado, aunque el mantenimiento principal de las unidades no se hará en Fadea.