La industria automotriz de la provincia de Córdoba ya registra despidos, cientos de suspendidos y contratos no renovados por la situación económica. El plan del nuevo gobierno del presidente Javier Milei empezó a golpear en la provincia donde hay un polo automotriz que está sintiendo el embate de la estanflación y del cambio de reglas económicas.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Córdoba relevó un total de 19 trabajadores efectivos despedidos, 650 suspendidos y 140 trabajadores contratados a los que no les renovaron sus contratos entre enero y febrero. “La recesión se está notando en todas las actividades, y en la nuestra se está sintiendo bastante”, explicó Rubén Urbano, el secretario general, al portal local La Nueva Mañana.
Frente a este contexto nacional, el dirigente sindical calificó a la situación política y económica como “rara y extraña”. Se trata de los mismos problemas de años anteriores, pero potenciados, ya que se profundizan los inconvenientes para importar y exportar, a la par que la actividad se deprime fuertemente. “Esto no es lo que votó la gente”, enfatizó Urbano.
En ese sentido, el dirigente metalúrgico declaró que las terminales automotrices entraron en fase contractiva afectando también la performance productiva del tejido autopartista. Como consecuencia, quedaron muchos trabajadores suspendidos y otros tantos despedidos.
Asimismo, en lo que va del año 2024 son poco más de 800 trabajadores de diferentes unidades productivas cordobesas fueron despedidos o tienen incertidumbre sobre su situación laboral en este contexto.
El secretario general de Smata Córdoba, Maximiliano Ponce, advirtió en el mismo sentido que se viven “momentos muy complicados”. Porque además de la incertidumbre económica, hay dos problemas que afectan principalmente al sector: la alta inflación y la dificultad para importar insumos. Por lo que las casas matrices de las automotrices “miran con recelo a la Argentina” por la dificultad que tienen las subsidiarias para girar las divisas. Es esta es la causa de que no entren piezas, caiga la producción y por lo tanto en las terminales automotrices como en las autopartistas peligren tanto los puestos de trabajo.