“¡Bienvenido nieto 138!” es la frase que acompaña una tierna ilustración compartida desde las redes oficiales de Abuelas de Plaza de Mayo para dar el gran anuncio.
En una conferencia de prensa en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos, ex ESMA, Abuelas brindó más detalles sobre la restitución del nieto 138.
Se trata del hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, nacido en diciembre de 1976. La pareja fue secuestrada ese mismo mes en su domicilio de Buenos Aires por fuerzas de la dictadura. Marta se encontraba en un avanzado estado de embarazo, con ocho meses y medio de gestación. La última vez que se la vio con vida fue en el centro clandestino de detención ESMA.
El joven, que nació en diciembre de 1976, fue convocado por la justicia y su ADN fue cotejado con el Banco Nacional de Datos Genéticos. Con este caso, ya son 138 los nietos recuperados por Abuelas en su incansable búsqueda de verdad e identidad
Damos la bienvenida al #nieto138 el hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, nacido en diciembre de 1976. «La verdad siempre sale a la luz». pic.twitter.com/JMKhzO7O32
— Abuelas de Plaza de Mayo (@abuelasdifusion) December 27, 2024
El camino hacia la recuperación del nieto 138
La búsqueda incansable de la familia, liderada por María del Carmen Villamayor, hermana de Juan Carlos, y su madre, Carmen Antonia Morinigo, comenzó en 1976. Presentaron hábeas corpus, recorrieron tribunales y cárceles, pero la respuesta siempre fue la misma: silencio. En 1979, Carmen Morinigo presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, reclamando por la desaparición de su hijo y nuera, y el destino del bebé que esperaban. Por la rama materna, el tío de Marta, Pedro Pourtalé, recibió un llamado de la Comisaría de Villa Ballester para buscar a Diego, el hijo de Marta de una relación anterior, quien había sido dejado allí. Desde entonces, la familia nunca dejó de buscar a Marta, Juan Carlos y al bebé que esperaban.
El camino hacia la verdad comenzó a tomar forma en 1988, cuando Abuelas de Plaza de Mayo presentó una denuncia sobre un niño que podría ser hijo de desaparecidos. A partir de 1999, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) inició una exhaustiva investigación del caso Villamayor-Pourtalé. Esta investigación permitió reconstruir el árbol genealógico y recolectar muestras de ADN de la familia, las cuales fueron incorporadas al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).
En paralelo, un joven fue convocado por la justicia para dar su muestra de ADN. Dicha muestra fue ingresada al BNDG en el marco de la causa 188/2000 impulsada por Abuelas de Plaza de Mayo. El cotejo de los perfiles genéticos confirmó la filiación, dando lugar a la restitución de la identidad del nieto 138. La jueza María Romilda Servini de Cubría estuvo a cargo de la causa y el juez Daniel Rafecas fue quien informó al nieto 138 los resultados.
Este nuevo encuentro, el número 138 en 47 años de lucha, es una muestra más del trabajo incansable de Abuelas de Plaza de Mayo y de la importancia de los organismos de derechos humanos en la búsqueda de verdad y justicia. El caso también destaca la necesidad de continuar con la búsqueda de los 300 nietos y nietas que aún faltan.
La noticia se dio a conocer en el marco de un año tormentoso en materia de Derechos Humanos con una política de desmantelamiento de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación (SDH).