Alumnos de primaria de tercer y sexto grado de la Argentina presentaron elevadas dificultades en las convenciones de ortografía y puntuación, aunque mejoras en vocabulario y seguimiento de las temáticas, de acuerdo con unas pruebas de la Unesco tomadas antes de la pandemia de coronavirus y cuyos resultados se difundieron este martes.
Se trata de un examen sobre Escritura del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) llevó adelante en países de América Latina, incluyendo a la Argentina en 2019.
Junto con los resultados, se difundieron además recomendaciones a profesores y maestros.
Uno de cada cuatro alumnos argentinos de tercer grado presentó “algún error de concordancia como confundir el género o número” en las convenciones ortográficas y la mitad del total “no hizo uso correcto de los signos de puntuación”, según informó la oficina regional de UNESCO para América Latina.
Autoridades de esa dependencia, con sede en Santiago de Chile, presentaron los resultados del estudio de 2019 en una conferencia virtual a la que asistió NA.
En ese marco, los funcionarios de UNESCO hicieron hincapié en la necesidad de “enseñar a escribir” a los alumnos, al remarcar que la escritura “es una competencia altamente demandante a nivel cognitivo” y a “nivel laboral”.
En sexto grado, respecto de las convenciones de legibilidad (ortografía y puntuación), más del 25 por ciento de los escolares argentinos “cometió más de un error ortográfico en sus textos” respecto a temas o diversas consignas en la evaluación regional.
La prueba de escritura, que se tomó en cada uno de los 16 países de América Latina y el Caribe y de la que participó la Argentina, consistió para tercer grado en la redacción de una carta narrativa sobre un viaje y un texto de presentación de un baile tradicional folclórico nativo.
Para sexto grado, se pidió una carta de petición y un texto descriptivo de un animal inexistente.
La evaluación de escritura para tercer grado, con alumnos de nueve años ya, contó con dos estímulos: uno de ellos consistía en que el estudiante redactara para un locutor la presentación de un baile nacional que se realizaría en su escuela, en una muestra de danzas latinoamericanas.
La tarea de escritura implicaba describir las características del baile elegido por el estudiante.
Además de que el ejercicio de redacción presentó varias dificultades, como las de no identificar bailes nativos o folclóricos y en cambio mencionar danzas y no respetar un texto de presentación, algunos alumnos escribieron: “bamos chicos a empenzar” o “bairarán”, en lugar de «bailarán».
Según las conclusiones del examen, “en términos generales, en tercer grado, los estudiantes argentinos tuvieron un mejor desempeño en el dominio textual que en el discursivo, el 80% mantuvo el tema central del texto, sin repeticiones ni imprecisiones en el uso de las palabras, ubicándose en el nivel más alto de desempeño”.
Si bien la mayoría escribió textos cohesionados, es decir con concordancia entre las oraciones, “un quinto de los estudiantes de tercer grado presentó algún error por ausencia de referentes o de nexos”.
Para la corrección se evaluaron tres aspectos o indicadores: el dominio discursivo (propósito comunicativo y adecuación a la consigna, género y, en el caso de sexto grado, además, registro); el dominio textual (vocabulario, coherencia global, concordancia oracional y cohesión textual) y las convenciones de legibilidad (ortografía y puntuación).
En tanto, en sexto grado, seis de cada 10 alumnos lograron elaborar una carta como se les pedía, mientras el 70% consiguió redactar un texto descriptivo de acuerdo con la consigna, según se informó a la prensa.
Autoridades del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de Calidad de la Educación (LLECE) de Unesco explicaron que una de las finalidades de esta prueba es poder entregar al cuerpo docente estrategias que permitan hacer un aporte en la enseñanza de la escritura.
El coordinador del LLECE, Carlos Henríquez, destacó que “la escritura es un proceso recursivo que siempre puede ser mejorado; desde esta perspectiva, contar en la sala de clases con ejercicios y rúbricas que impliquen planificar sobre lo que se va a escribir, redactar esa idea y luego revisar es relevante para desarrollar y mejorar la escritura de los estudiantes”.
Henríquez acotó que “en este proceso, el apoyo hacia los profesores para que tengan tiempo para trabajar esta habilidad y la retroalimentación a los estudiantes es fundamental”.
De la medición de escritura del ERCE también participaron Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, donde se evaluó el desempeño en escritura de estudiantes de tercer y sexto grado.
En la Argentina, participaron 5.069 alumnos de tercer grado y 5.004 de sexto de 277 escuelas.
Claudia Uribe, directora de la OREALC/UNESCO Santiago, precisó que “la escritura es una competencia altamente demandante a nivel cognitivo y, a diferencia del lenguaje oral, no se desarrolla en la mayoría de las personas de manera natural” y acotó que “es por ello que hay que enseñarla desde los niveles más tempranos del proceso educativo y seguirla practicando y enseñando de manera intencional a lo largo de toda la trayectoria escolar”.