Convertir los residuos en nuevos insumos para la Economía Circular es una forma de valorizar recursos que antes se enterraban. Así lo señaló este miércoles la Municipalidad de Córdoba, a través de un comunicado en el cual detalló que durante el año pasado capturó 50,13 toneladas de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) .
«Es parte de las más de 13.000 toneladas de materiales recuperados por el municipio el año pasado, más del triple de lo que se recolectaba en 2019, antes del inicio de la actual gestión municipal», destacaron las autoridades municipales en la nota.
Actualmente, los vecinos de la ciudad disponen de 15 lugares para llevar aparatos eléctricos y electrónicos en desuso. En los CPC se reciben pequeños electrodomésticos en desuso, equipos de informática y telecomunicaciones, artefactos de audio o video, herramientas eléctricas de mano, aparatos de uso médico y paneles solares, entre otros. El horario es de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 y de 16:00 a 20:00 horas.
Es importante resaltar que no se pueden llevar monitores y televisores incompletos, ni tampoco residuos electrónicos de línea blanca (lavarropas, lavavajillas, cocina, extractores, heladeras, aire acondicionado, estufas y calefactores). Estos pueden desecharse de lunes a lunes entre las 8:00 y las 20:00 horas en el CTR Rancagua, ubicado en la avenida del mismo nombre y Circunvalación.
Tampoco se reciben pilas, baterías o cargadores, elementos que pueden descartarse también en los CPC y otros lugares en recipientes del programa “Sacate las Pilas”.
El tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) empezó a gestionarse con efectividad recién a finales de 2020, cuando el municipio le encargó esa tarea a la Corporación Intercomunal para la Gestión Sustentable de los Residuos Sólidos Urbanos del Área Metropolitana de Córdoba (Cormecor).
En cambio, el proceso de reciclaje está a cargo de la empresa ProGeas, cuya planta Industrial está localizada en James Craik sobre la Ruta Nacional Nº 9, Km 595.
Cómo se recicla
Al llegar a la planta de tratamiento, el material recolectado es sometido a un proceso de descontaminación y valorización.
Entre los componentes recuperables están los metales, plásticos, cables y vidrios, mientras que se descartan los metales pesados, aceites, capacitores y tubos fluorescentes.
El vidrio es descontaminado para eliminar el contenido de plomo, que se utiliza en la pintura reflectiva de las rutas.
Por su parte, el plástico obtenido vuelve a la industria para la elaboración de cajas de luz.
En el caso de los cables, primero se separa el plástico del metal. El cobre obtenido es empleado en la fabricación de materiales de electricidad o para generar aleaciones con aluminio.
Respecto al hierro, el mismo reingresa al circuito por medio de la empresa Acindar para la producción de caños.
Por último, el aluminio es empleado en la manufactura de cajas de marcha de automotores.