Para comenzar las clases, las familias cordobesas deberán desembolsar más de 25.000 pesos por cada alumno de entre 9 y 12 años que asista a los establecimientos educativos locales. El dato se desprende de un relevamiento realizado por el Defensor del Pueblo de la provincia.
El Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo de Córdoba (Inedep) relevó el costo de una Canasta de Útiles Escolares (CUE) compuesta por 36 productos básicos que se requieren para asistir a clases.
El resultado al que arribó el Inedep es que, en el mes en curso, el costo promedio de la CUE asciende a $ 11.436,30. Este precio implica un aumento del 67,87% con respecto al año pasado.
Sólo a modo de ejemplo, el valor promedio de una mochila común no baja de los $ 2.415,34, un block de 480 hojas rayadas oscila entre los $ 968,66 y los $ 2.467,75, y una cartuchera tipo libro, $ 836,46.
Además, el Inedep contempla una Canasta de Indumentaria Escolar (CIE) con ocho prendas esenciales para el comienzo de clases. Según se trate de un establecimiento de educación pública o privada, en cuanto al uniforme requerido, el precio promedio de la CIE oscila entre los $ 13.876,69 y los $ 17.446,01.
Estas cifras arrojan un aumento promedio superior al 50% para las CIE. En el caso de los alumnos que asisten a las escuelas públicas, el ajuste es del orden del 58,06%, mientras que en el caso de los estudiantes que asisten a establecimientos privados, la suba toca el 52,02%.
Los aumentos anuales de las distintas prendas de las CIE, que incluyen ropa y calzado, oscilan entre el 35% y el 89,61%. El ejemplo paradigmático es el guardapolvo blanco, que en un año sumó un incremento del 75,91% y alcanzó, de este modo, un costo de $ 1.617,78.
Sumando los costos de útiles e indumentaria relevados por el Inedep se obtiene que un hogar debe destinar un monto mínimo promedio de $ 25.312,99 para que un niño de entre 9 y 12 años comience el ciclo lectivo la semana próxima.
Los transportes escolares son caros y escasos
La pandemia, con clases discontinuas e interrumpidas por brotes, hizo que muchos transportistas abandonaran la actividad para dedicarse a otros rubros. Hoy, dos años después, con menos temor al Covid 19 y con presencialidad plena en las aulas, la oferta de vehículos para trasladar estudiantes cayó casi un 50%, según distintas estimaciones. Antes de la pandemia había unos 570 transportistas habilitados. Hoy, son unos 380 aproximadamente, para cubrir una demanda que los sobrepasa.
“Por la pandemia hubo muchos choferes que se dieron de baja. Algunos vendieron su vehículo. La mayoría de los que se fueron se reinventó y hoy se dedica a otra cosa. Por eso hay varios recorridos que no están siendo cubiertos”, afirmó Gonzalo Aliaga, de la Cooperativa de Transportes Escolares.
“Hoy no podemos dar respuesta a la demanda. Al comenzar las clases quizás algunos colegas vuelvan al rubro o se incorporen nuevos transportistas, de manera legal y con las habilitaciones correspondientes”, agregó.
Otro problema son los precios, que han aumentado cerca de un 30% interanual. Llevar y traer un alumno desde un barrio periférico hasta el centro cuesta entre $ 9.000 y $ 10.000, según informaron desde el sector.