Numerosos músicos cordobeses salieron a repudiar el decreto 765/2024 del gobierno de Javier Milei, que modificó algunos aspectos sobre la normativa vinculada a los derechos de autor en nuestro país. En esa disposición, publicada el 28 de agosto último, uno de los puntos más destacados de la medida es que establece que hoteles, bares y salones de fiestas no deberán pagar ningún porcentaje a la Asociación Argentina de Intérpretes (Aadi) ni a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic).
Ahora bien, ¿qué implica esto? El porcentaje recaudado hasta la sanción del decreto era, en el caso de Aadi, del 2% del costo de una fiesta en un salón y en el caso de los grandes hoteles “una suma muy poco significativa para el enorme valor agregado que el trabajo de músicos y músicas le dan a ambos espacios”, según apuntaron desde la entidad.
“Sería imposible imaginar una fiesta sin música y, por otra parte, a nadie se le ocurriría en un ámbito como ese no pagarle al disc jockey o a los mozos. Sin embargo, los intérpretes ya no perciben lo que les corresponde por el uso comercial de sus obras en fiestas y hoteles”, añadieron.
Desde el Gobierno, y a través de las figuras del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y de su par de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, argumentaron la medida como un ajuste acorde a los tiempos.
En respuesta a dicha postura, “El Turco” Julio Manzur, ex cantante de Chébere, también aporta su mirada a la discusión. “El impacto es y será brutal mientras el decreto esté en vigencia. Señores, no maten el arte y no maten al artista. No es un impuesto, es un derecho”, expresó en diálogo con el diario La Voz del Interior.
“Hay poco que decir ante las injusticias. No nos olvidemos que atrás de las dos entidades –Aadi y Sadaic– hay seres humanos, hay familias, que viven exclusivamente de ese derecho. Están matando al intérprete, al autor, al compositor, al arreglador”, señaló el vocalista.
Marcos Bainotti compartió el diagnóstico de su colega. Calificó de “preocupante” el impacto de la normativa y remarcó el carácter de “derecho cercenado” que argumenta Aadi respecto del decreto 765. “Nos preocupa mucho que no se tome esto como la quita de un derecho, sino como la quita de un impuesto”, recalcó.
“Proponemos una mesa de diálogo para analizar la confusión, la equivocación y la contradicción con respecto a esta medida”, añadió Bainotti respecto a una salida posible de este conflicto. El ex integrante de Megatrack y compositor de grandes clásicos del cuarteto utiliza esos términos porque, según su óptica, se privilegia la propiedad privada de los dueños de salones y hoteles en detrimento de la de aquellos autores, compositores e intérpretes que, como él, dejaron de percibir ingresos por su participación en la creación de las obras que utilizan estos establecimientos a la hora de ejercer su actividad.