El gobernador Juan Schiaretti presentó ayer el plan provincial para la gestión integral de residuos. Entre sus ejes principales, el plan contempla una inversión de $ 1.500 millones para la clausura de más de 71 basurales a cielo abierto en la provincia y la construcción y reacondicionamiento de centros ambientales para el tratamiento diferenciado de los desechos, como así también el impulso del reciclado y prácticas de economía circular.
Actualmente, en promedio, se producen 1,15 kilos de residuos diarios por habitante en la provincia, lo que equivale a casi 4.500.000 kilos diarios para el total de la población. Con esta iniciativa se apunta a clausurar para el año que viene 71 grandes basurales a cielo abierto de los 212 que están georreferenciados en todo el territorio para producir un salto de calidad en el tratamiento eficiente de los residuos, aseguró la Provincia.
Mediante la elaboración de un diagnóstico y estudios técnicos, basados principalmente en logística y ubicación estratégica, los municipios y comunas fueron organizados en 24 regiones, en las que se ubicarán los Centros Ambientales de Disposición Final de Residuos y Centros Ambientales de Transferencia.
Además, el plan prevé un fondo para que cada municipio y comuna pueda implementar políticas en la materia y adquirir equipamiento para separar residuos en origen, avanzar en un sistema de gestión integral de residuos sólidos urbanos (Girsu) local y disminuir el enterramiento de sus residuos. En paralelo, se desarrollarán campañas de educación ambiental sobre la importancia de la separación en origen.
La propuesta también incorpora una alianza entre gobiernos, entidades académicas, sector privado, ONG y cooperativas. La misma apunta “a la inclusión social, al tratamiento de residuos específicos, a la conformación de un clúster de reciclado para el fortalecimiento de las cooperativas asociadas y a la generación de nuevos empleos verdes”, sostuvo el gobierno de Córdoba en un comunicado.
Por último, el plan abarca una serie de acciones que permitirán disminuir el volumen de residuos transferidos a enterramientos sanitarios, mejorar las condiciones de trabajo de recuperadores urbanos, formar una ciudadanía responsable y contribuir en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, clave para lucha contra el cambio climático, indicaron desde el gobierno provincial.