Varios empleados de la popular plataforma de entrega Rappi afirman haber sufrido robos en distintos puntos de la ciudad de Córdoba. En cada caso, los delincuentes solicitan múltiples pedidos en efectivo en un lugar específico, donde asaltan a los mensajeros.
En este marco, los barrios de Pueyrredón y Bajo Pueyrredón son los más afectados según las denuncias. A pesar de presentar denuncias y pedir ayuda a la plataforma, los trabajadores no recibieron el apoyo necesario, lo que resulta en deudas por pedidos no entregados, pérdida de herramientas de trabajo, transporte y lesiones físicas.
En esta línea, según aseguraron algunos damnificados a medios locales, los empleados han formado redes de apoyo para compartir información y consejos a través de grupos de Facebook y WhatsApp. Se aconsejó en este sentido no activar la autoaceptación de órdenes, ya que limita la capacidad de los empleados para decidir si aceptar o rechazar pedidos.
Además, se estima que la falta de seguridad y apoyo por parte de las empresas en este tipo de empleo basado en plataformas ha generado precariedad laboral. Estas prácticas laborales representan un modelo establecido que implica hiper-tercerización y desregulación de los trabajadores, lo que tiene graves consecuencias como el acceso limitado a la seguridad social, salarios mínimos bajos y riesgo constante de exclusión social.
Cabe recordar que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que estos modelos de empleo contribuyen a lo que se conoce como precariedad laboral. Es fundamental abordar esta problemática para evitar un futuro con trabajadores digitales con pocos beneficios sociales y salarios reducidos, lo que impactaría en las relaciones laborales y la sociedad en general.