Se conocieron ayer los resultados de la pericia que la psicóloga de Cura Brochero, la licenciada Graciela Bruera, realizó sobre el expediente de la causa que investiga la tragedia de las Altas Cumbres, donde la profesional describe a Oscar González como alguien con tendencias “psicopáticas y narcisistas”. No obstante, el defensor del legislador, el abogado Miguel Ortiz Pellegrini aseguró que la pericia fue impugnada el 5 de octubre y que el juez ordenó la realización de un nuevo estudio.
El análisis sobre el expediente se había llevado a cabo a solicitud de la fiscal Analía Gallaratto, quien consideró esencial comprender la personalidad del acusado. La perito señaló que las evaluaciones se basaron en las declaraciones presentes en el expediente, considerando los testimonios de terceros como información fidedigna.
El perfil psicológico de González reveló “un alto coeficiente intelectual, pero carente de empatía hacia los demás”. Esta falta de empatía le permitió utilizar estrategias para satisfacer sus intereses personales, independientemente de las consecuencias para los demás, según el informe.
Además, el estudio sostiene que la omnipotencia se manifiesta en su comportamiento al creer que todo le es posible, evidenciado en su conducción irresponsable por las peligrosas Altas Cum-bres. Por otra parte, según se registró en mensajes de WhatsApp recuperados de su teléfono, González se jactaba de ser un “piloto de rally” y obtenía “autorización de la Caminera” para circular en condiciones peligrosas.
El análisis impugnado también asegura que los rasgos narcisistas de González se hacen evidentes en su búsqueda constante de reconocimiento y privilegios debido a su estatus como legislador, esperando que los demás se sometieran a sus deseos sin cuestionar sus acciones. Esto se refleja en su permiso excepcional para cruzar las Altas Cumbres sobre hielo, agrega.
El informe también destaca elementos de psicopatía en la personalidad de González. Estos incluyen “comportamientos manipuladores para su propio beneficio”, una “falta de empatía hacia el sufrimiento de los demás” y la “falta de honestidad”.
Al respecto, el informe destaca que en el relato de testigos se observa cómo González “abusó de su poder, tanto de manera explícita como implícita, para obtener permisos y ventajas, incluyendo la seguridad y custodia de sus pertenencias después del accidente”.
Asimismo, se revela que González nunca asumió responsabilidad por sus acciones. Negó los hechos en su declaración ante la fiscalía y alegó no recordar el accidente en una entrevista radial. Además, cuenta con antecedentes de otro accidente en el que resultó herida otra persona, lo que sugiere “una tendencia a la impulsividad y la asunción de riesgos sin pensar en las consecuencias”.
Sobre la pericia, Ortiz Pellegrini dijo que “fue tan mala, creo que inepta, la funcionaria, que planteamos la realización de una nueva lectura por los vicios manifiestos que tenía la misma, y el señor juez anuló la pericia y determinó que se haga otra correctamente por personal que cumpla con las cualidades técnicas necesarias para realizarla”. “De tal manera que hoy por hoy no existe ninguna pericia de lectura del expediente psicológico de Oscar González para considerar”, remató.