En la tercera audiencia del juicio por el femicidio de Anahí Bulnes, Santiago Campos Matos, el imputado en la causa, dio su versión de los hechos. Aseguró que conoció a Anahí esa noche buscando droga y que ella le ofreció servicios sexuales, luego consumieron cocaína en su departamento y ella se fue. Campos Matos se exculpó del crimen y criticó las acusaciones de rituales satánicos en su contra.
El perito que analizó las cámaras de la zona declaró que Anahí nunca salió del edificio donde vivía Campos Matos aquella madrugada. Sin embargo, se encontraron pruebas contundentes en el departamento del acusado, como manchas de sangre que coincidían con el ADN de Anahí y posibles heridas de defensa en Campos Matos.
Además, se supo que el acusado realizó nueve recorridos el día de la desaparición de Anahí, lo que levantó sospechas sobre la desaparición de los restos de la docente.
La hipótesis de la fiscalía es que Campos Matos asesinó a Anahí en el marco de un encuentro de tipo sexual y desapareció su cuerpo en lugares cercanos.
Las pruebas de ADN, las cámaras del lugar que marcan el recorrido del imputado y testimonios de testigos señalan que el último lugar al que entró con vida fue el departamento de Campos Matos. Por esta razón, la causa está caratulada como homicidio calificado por mediar violencia de género, según la fiscal de instrucción, Eugenia Pérez Moreno.
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