El juez de Control y Faltas de Río Cuarto, Diego Ortiz, resolvió que la causa por la muerte de Nora Dalmasso, ocurrida en 2006, debe seguir activa. El objetivo es que el Estado cumpla con su deber de investigar y que se pueda esclarecer lo que ocurrió en aquel hecho, que sigue impune.
Ortiz autorizó a la querella y a la defensa a proponer nuevas pruebas que consideren útiles, en el marco de lo que se conoce como “juicio de la verdad”. Este tipo de proceso, aunque no necesariamente derive en una condena, busca garantizar el derecho de la familia a conocer lo sucedido y que el Estado avance en su rol de esclarecer delitos que implican posibles violaciones a los derechos humanos.
El juez rechazó el pedido de la defensa del sospechoso Roberto Barzola, que había solicitado declarar prescripta la causa. Argumentó que hacerlo ahora cerraría definitivamente una investigación en la que todavía no se ha llegado a la verdad.
Sin embargo, el magistrado también aclaró que el caso no se considera un crimen de lesa humanidad, ya que no se cometió en un contexto que involucre agentes del Estado ni condiciones que hagan que el delito sea imprescriptible. Pese a tratarse de un hecho de violencia de género, la causa no reúne los requisitos para ser considerada una violación extrema de derechos humanos según los estándares internacionales. La causa Dalmasso, a casi 20 años del hecho, sigue sin culpables y con muchas preguntas sin respuesta.