Marcelo Macarrón arrivó esta mañana a los tribunales de Río Cuarto para participar del segundo día del juicio que lo tiene como el instigador del crimen de su esposa, Nora Dalmasso, ocurrido hace 15 años, en noviembre de 2006. Previo a su declaración, el fiscal Julio Rivero presentó la acusación y dijo que el caso debe ser analizado en un contexto de violencia de género.
En tanto, hoy el jurado escuchará también los testimonios de dos vecinos vinculados al hallazgo del cuerpo de la víctima y un policía que fue el primero en tomar contacto con la escena del crimen tras la denuncia.
El viudo de Dalmasso ayer tildó de “mamarracho” el expediente elevado a juicio en 2019 por el fiscal Luis Pizarro bajo la carátula de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, un delito que prevé una pena de prisión perpetua.
Por otro lado, Macarrón también se mostró con “expectativas buenas” con respecto a su situación procesal, a pesar de considerar que “es muy difícil” poder esclarecer el crimen de su esposa “después de tantos años”.
De qué se lo acusa
El fiscal Julio Rivero al realizar su alegato de apertura, sostuvo que va a probar que a Nora Dalmasso la mató una sola persona mientras estaba dormida, después de haber pasado la noche reunida con un grupo de amigas.
“El móvil no es sexual sino que fue personal”, sostuvo Rivero en su acusación, después de aclarar que la noche del crimen la víctima no esperaba la visita de nadie en su casa. “Yo les puedo asegurar que Nora no supo quién la mató, que el asesino no era un loquito”, remarcó.
La primera jornada del juicio
Rodeado por un fuerte operativo de seguridad, comenzó ayer en los tribunales de Río Cuarto el juicio contra Marcelo Macarrón, acusado del crimen de su mujer, Nora Dalmasso, en el año 2006. Juzgado por un jurado popular, Macarrón está acusado de “homicidio calificado por el vínculo, alevosía y precio o promesa remuneratoria”.
Al llegar a la sede judicial, para sentarse en el banquillo, el viudo sostuvo que vive “con mucha angustia” el inicio del proceso, consideró “muy difícil” que después de tantos años pueda esclarecerse lo ocurrido y calificó la labor del fiscal de la causa, Luis Pizarro, como “un mamarracho”. Además, dijo que hoy podría hablar ante el tribunal y los ciudadanos que decidirán si es culpable o inocente. Hasta ahora, siempre negó las imputaciones.
Durante la jornada de ayer se llevó adelante la lectura del requerimiento de elevación a juicio ante el jurado, los camaristas Daniel Antonio Vaudagna, Natacha Irina García y Gustavo José Echenique Esteve, el fiscal Julio Marcelo Rivero y los defensores Marcelo Brito, Cristian Ayán y Mariángeles Mussolini. Hoy, tal como dijo el propio acusado al ingresar a la sede judicial, se escuchará su declaración.
Cabe mencionar que, para el fiscal que instruyó la causa, Pizarro, Macarrón mandó a matar a Dalmasso motivado por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas”. En esa línea, resumió que las circunstancias que rodearon la muerte “permiten concluir que el homicidio fue realizado por alguien del entorno personal de la víctima, más precisamente el esposo”. Luego, añadió que el viudo “proporciona al asesino las llaves o la inteligencia para ingresar sin forzar la cerradura de la casa, información y movimientos, y asegurando un espacio de tiempo en el que se hallaba sola, sin ningún otro integrante de la familia en la ciudad de Río Cuarto”, situación que permitió al homicida “actuar sobre seguro y sin que la víctima pudiera recibir auxilio de terceros”.
El apoyo de sus hijos
Los hijos de Macarrón y Dalmasso apoyan y confían en su padre. Al salir de la primera jornada del juicio, Facundo Macarrón dijo que tiene miedo de que su padre quede detenido: “Es nuestro gran temor, y la razón por la que estamos tan angustiados”.
El año pasado, en una carta, Facundo también había apuntado contra el fiscal de la causa: “Además de mamá, víctima del horrendo crimen, también papá y nosotros los hijos fuimos victimizados por los sucesivos fiscales de instrucción: sea por un accionar torpe, desconsiderado y cruel, como fue el caso de las imputaciones de papá y la mía; sea por la omisión en el cumplimiento de sus deberes de funcionarios públicos, negándose a investigar la verdad a punto tal que en algunas ocasiones no se aceptaron pruebas que ofrecimos para colaborar con la Justicia”, expuso.
Allí los hijos del viudo también anunciaron que cuando declaren en la causa, probablemente la próxima semana, presentarán pruebas sobre el sospechoso del homicidio al que “nunca investigaron”. Al respecto, Valentina había adelantado a la agencia Télam que se trata de un empresario que era amigo de la familia.
“Hemos aportado un montón de pruebas sobre el sospechoso del crimen que nunca se valoraron ni se investigaron”, dijo al referirse a la persona que apuntan como el autor del crimen, y remarcó que su papá es “inocente”.
En la misma línea se expresó su hermano Facundo y aseveró que “desde el punto de vista lógico y jurídico, jamás se puede llegar a una sentencia condenatoria” porque “la acusación no tiene ningún sustento probatorio. No tiene respaldo de hechos objetivos que justifiquen que mi padre esté hoy sentado en el banquillo de los acusados”.