La presunta violación de una niña de 12 años, quien padece una discapacidad leve, conmocionó a gran parte de la comunidad educativa de la escuela Jorge Raúl Recalde, radicada en la ciudad de Córdoba.
Fue desde ese entonces que familiares de la menor se manifestaron con pancartas este miércoles frente al colegio mientras esperan que avance la causa radicada en Río Tercero.
La denuncia cuenta con el acompañamiento del colegio y apunta hacia un grupo de coordinadores que dependerían del Ministerio de Educación de la Nación.
En este marco, la directora del colegio informó que todo habría ocurrido en un viaje de estudios al que fueron 45 niños en la ciudad de Embalse.
La actividad estuvo vinculada con el programa nacional dependiente de la cartera educativa “Volvé a la Escuela” cuyo objetivo es la reinserción de estudiantes después del alejamiento que impuso la pandemia de coronavirus. De este modo, un total de 45 niños se movilizaron hasta esa localidad de Calamuchita a mediados de julio.
«Al regreso la mamá nos plantea una situación preocupante, el estado de su hija que fue después del viaje», dijo la directora Tania Álamo. «Una mamá se comunica conmigo para informarme que su niña no se sentía bien, que estaba teniendo algunos problemas, empezamos a entender que podía haber un presunto abuso y hago la denuncia», declaró Álamo.
La causa en cuestión está siendo investigada por la Fiscalía de Segundo Turno de Río Tercero, a cargo de Alejandro Carballo. La denuncia indica que el hecho habría ocurrido en uno de los hoteles de la Unidad Turística Embalse (UTE), entre el 11 y el 17 de julio.
Luego de la presentación de la directora de la escuela en una Unidad Judicial de Córdoba, la investigación comenzó el 29 de julio. Desde la capital trasladaron el caso a los tribunales de Río Tercero.
Las declaraciones de la madre
«Quiero justicia, ella ahora está medicada para que esté tranquila», expresó al medio El Doce la madre de la niña que habría sido abusada.
A su vez, la mujer señaló que la niña «contó que le habían sacado fotos, que le abrían la puerta del baño y le pegaban en la cola». Señaló que cuando regresó del viaje, notó cambios en su comportamiento.
Por último, las demás madres de la misma institución expresaron cierta preocupación ante la posibilidad de que estos actos pudieran haberse reiterado en otras delegaciones de estudiantes que participaron de la misma actividad turística.