Dos muertes violentas tuvieron lugar este fin de semana en los establecimientos penitenciarios provinciales de Bouwer. La primera víctima fue un hombre de 28 años que cumplía condena por robo y fue atacado a facazos por otros internos, mientras que, en el segundo caso, se trató del suicidio de una mujer, condenada por matar a su madre postrada.
El domingo, en el salón de usos múltiples del Módulo de máxima seguridad MX1 de la penitenciaría para hombres Reverendo Francisco Luchesse, Nicolás Alejandro Baigorri (28) fue apuñalado en el pecho en reiteradas oportunidades en medio de una pelea. Según los registros de la penitenciaría, un interno agarró por el cuello a Baigorri, lo llevo a un punto ciego de las cámaras de seguridad y lo apuñaló, dejándolo con débiles signos vitales.
Ya agonizante, Baigorri fue trasladado al Hospital Príncipe de Asturias, aunque falleció a los pocos minutos. El fallecido estaba preso desde hacía menos de un año y le restaban dos años de condena, luego de haber sido encontrado culpable por un robo.
El fiscal a cargo de la causa, Guillermo González, indicó a radio Universidad que las peleas internas se dan “por espacios de poder, por ejercicio de liderazgo”. Ahora, el funcionario busca a los responsables del crimen.
La otra fallecida es Celeste Rodríguez (33), quien este fin de semana se suicidó en su celda del en el Establecimiento Penitenciario número 3 para mujeres, también ubicado en Bouwer. Rodríguez cumplía condena luego de confesar, el 1º de febrero pasado, que había matado a su madre María Rosa Ravetti (59), quien llevaba dos años postrada por razones de salud.
Tras reiterados pedidos de ayuda a través de publicaciones en las redes sociales, la mujer, desempleada y a cargo de sus tres hijas y su progenitora, declaró ante la Policía que había asfixiado con una almohada a Ravetti. El crimen ocurrió en la zona de El Faldeo, en Capilla del Monte y conmovió a toda la provincia por la complejidad social que acarreaba la situación.
La fiscalía de Cosquín, a cargo de Paula Kelm, le había dictado la prisión preventiva, mientras analizaban si era inimputable. Según informaron a el Doce, desde la Justicia local “se estaba concluyendo la pericia psicológica y psiquiátrica por parte de un equipo especializado para determinar si pudo comprender sus actos y dirigir sus acciones al momento del homicidio”. Además, desde la fiscalía afirmaron que habían requerido tratamiento psicológico y psiquiátrico para Rodríguez.