El viernes pasado, en la Cámara Octava del Crimen, se dio a conocer el veredicto del juicio con jurado popular por la muerte de Blas Correas, ocurrida en agosto de 2020, durante un control vehicular. Eran 13 los efectivos de la Policía de Córdoba acusados de crimen y de montar un escenario de falso enfrentamiento plantando un arma.
En primer turno, el tribunal conformado por los jueces Marcelo Jaime, Juan Manuel Ugarte y Eugenio Pérez Moreno emitió la condena a perpetua contra Lucas Damián Gómez y Javier Catriel Alarcón, los efectivos que dispararon al Fiat Argo en el que iba Correas. Luego, condenaron a Wanda Esquivel a tres años de prisión domiciliaria e inhabilitación para ejercer la fuerza, y a cuatro años y tres meses de prisión e inhabilitación a Yamila Pérez.
Del total de los 13 imputados, dos fueron absueltos: el cabo Leandro Alexis Quevedo y del oficial ayudante Ezequiel Agustín Vélez, quienes habían sido acusados de falso testimonio. El resto de los imputados fueron condenados a penas en torno a los cuatro años, menores a las que había reclamado tanto la fiscalía como la querella.
La sentencia se leyó sin la presencia de miembros del gabinete provincial y Soledad Laciar, madre de Blas, escuchó las condenas acompañada de su hijo Juan. Detrás de ellos se encontraba Sonia Torres, titular de Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba.
Otra de las claves del fallo fue la remisión de las actuaciones para que se investigue, en un nuevo juicio, al ex ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, al ex subsecretario de Coordinación y Planificación Estratégica del Ministerio de Seguridad, Lucas Mezzano, a la jefa de la Policía Liliana Zárate de Belletti y al ex comisario Gonzalo Cumplido.
Para que se abran esas pesquisas no habrá que esperar a que la sentencia quede firme, gracias a una resolución del Tribunal Superior de Justicia. Además, el tribunal hizo lugar a las demandas civiles de los padres de Blas Correas y le solicitaron al Gobierno de la Provincia que arbitre los medios para la capacitación del personal policial en el manejo de armas de fuego, escena del crimen, cuidado de la evidencia y contención de las víctimas.