Tras la impactante embestida, Mauro Ferreyra, el policía atropellado por un conductor de Uber, contó como vivió el hecho y aseguró que acudió al profesionalismo para resguardar a la pasajera menor de edad. El uniformado, que resultó con heridas tras ser arrastrado más de 700 metros sobre el capó del auto, fue recibido por el gobernador Martín Llaryora, quien le agradeció y reconoció su labor.
Según el relato oficial, cuando uno de los pasajeros descendió del vehículo, el conductor intentó evitar el control embistiendo primero a una inspectora y luego a él, quien se subió al capó del auto en un intento por frenar su huida.
«En el momento en que el vehículo me embiste, lo único que hago es poner la mano en el capó para que no se vaya. Él acelera y me lleva puesto. Para no caerme al piso y que me pase por encima, me agarré del capó, del limpiaparabrisas, con el esfuerzo que podía. Gracias a Dios pude sostenerme, porque si no, no estaría contando esto», relató el cabo en diálogo con Cadena 3.
Ferreyra, padre de tres hijos, explicó que actuó por instinto y compromiso con su deber: «Le di la voz de alto de frente al vehículo. Le pedí que apague el motor, pero él, de manera desafiante, sonriendo, aceleró. Tenía dos opciones: o me dejaba pisar, o ponía la mano en el capó para detenerlo. Él aceleró, me atropelló y me llevó«.
A pesar del riesgo, su preocupación principal fue proteger a la niña de cuatro años que viajaba en el asiento trasero: «Escuchaba los pedidos de auxilio de la criatura que estaba atrás. Lo que nos nace a nosotros, los azules, es resguardar la integridad física de las personas y hacer que esa niña pudiera volver con su familia”.
El efectivo también destacó su accionar profesional y humano: «Acudí con profesionalismo, con el uniforme, para deponer la actitud de este sujeto. Somos uniformados, pero debajo de estos uniformes somos padres de familia, somos seres humanos».
Ferreyra agradeció el respaldo recibido por parte del gobernador y el ministro de Seguridad de la provincia, Juan Pablo Quinteros: «Llegar a casa y encontrar a mi hijo y a mi pareja llorando por la situación fue duro, pero este reconocimiento que me dieron me enorgullece como persona, como profesional y como padre».
El conductor, un hombre de 38 años, fue detenido horas más tarde y permanece a disposición de la Justicia, que investiga las circunstancias del hecho.
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