El padre de una estudiante ingresó el lunes pasado a un establecimiento educativo de nuestra ciudad y agredió físicamente a cinco adolescentes. Según indicaron desde la institución, el hecho fue como represalia a un ataque que había sufrido su hija días antes en el baño del mismo colegio.
La violenta situación tuvo lugar en el Ipet número 249 Nicolás Copérnico (calle Mariano Moreno 551) y se originó el viernes pasado por la tarde, a raíz de un problema personal entre dos niñas que derivó en una riña dentro del baño de la escuela. A raíz de este acontecimiento, la madre de una de ellas acudió al colegio el lunes pasado e intentó hablar con la otra menor implicada en horario de cursado.
“La madre de una alumna intentó hablar, la coordinadora le explicó que no podía estar en las aulas y mucho menos intervenir con menores y se retiró”, contextualizó Ricardo Pacheco, director del colegio, en diálogo con El Doce. Y agregó: “Por la noche, vuelven la señora, su esposo y la chica, y este señor agredió a golpes a los alumnos y también al personal docente que intentó mediar en la situación”.
Según aseguró el director, algunos de quienes presenciaron la agresión “aseguran que el hombre estaba alcoholizado”. “En total fueron agredidos por este señor cinco chicos: tres varones (entre 15 y 17 años) y dos chicas (15 y 17 años)”, detalló Pacheco.
Asimismo, el director del establecimiento señaló que, además de la comunicación al Ministerio de Educación, se llevaron a cabo las presentaciones en el Ministerio Público Fiscal por las agresiones a los menores de edad. “Nos preocupa la situación, ahora estamos con convivencia escolar con el Ministerio de Educación tratando de solucionar este problema. Este no es el camino, los problemas se solucionan de otra manera”, remató.
La lamentable situación se suma a una serie de noticias que se sucedieron durante los últimos meses, tanto en establecimientos públicos como privados de nuestra ciudad, donde las escuelas se convirtieron en escenarios de actividades vinculadas con delitos. Entre las más llamativas se puede contar la asistencia de niños con armas de fuego y drogas.