Un fiscal de Río Cuarto solicitó realizar nuevas pruebas de ADN para intentar determinar quién fue el autor del crimen de Nora Dalmasso en noviembre de 2006 en una vivienda de esa localidad cordobesa, hecho por el que en el juicio realizado el año pasado fue absuelto el esposo, Marcelo Macarrón. La medida fue requerida por el fiscal de Instrucción de primer turno de Río Cuarto, Pablo Jávega.
De acuerdo a la nueva línea de investigación, se intenta dilucidar con esta nueva evaluación de compatibilidad genética si personas que tenían algún tipo de vínculo con la víctima tuvieron algún tipo de contacto con la escena del crimen. La Fiscalía califica a este proceso como un “barrido de la prueba genética”.
Jávega indicó que la idea es, en primera instancia, “obtener un mapeo” para posteriormente avanzar en el cotejo de las muestras con algunos perfiles que se terminarían de definir con el avance de la pesquisa.
Tal como explicó el magistrado, las personas de interés para esta nueva investigación fueron convocadas en calidad de colaboradores de la Justicia, pero aclaró que no hay una sospecha dirigida a nadie en particular.
Este proceso está en marcha actualmente, y entre los y las citadas para aportar nuevas muestras de material genético, hay personas que han tenido el estatus de testigo y otras de imputadas en la primera causa por el crimen de Nora Dalmasso.
“Es una primera medida, que se toma con la idea de tener un mapeo para luego seguir avanzando”, indicó el fiscal del caso, quien no precisó datos sobre el avance o no de esa línea investigativa. El objetivo final de la causa que instruye Jávega es llegar a la verdad histórica del crimen de Nora Dalmasso, y que no hay persecución penal.
Según se conoció, las pruebas ya comenzaron, y tardarán de cuatro a cinco meses más, debido a que se apunta a realizarla en unas 200 personas.
El fiscal Javega explicó además que están realizando labores investigativas para sistematizar la información y cumplir con los parámetros establecidos por la Cámara. Para ello, se están recopilando muestras biológicas y otros elementos susceptibles de análisis genético.
Además, se están invitando a diversas personas que podrían haber tenido contacto con la escena del crimen, ya sea por vínculos familiares, sanguíneos u otras conexiones con los residentes de la casa donde ocurrió el asesinato. El propósito es esclarecer perfiles genéticos aún no identificados y asociarlos a posibles sospechosos.
El fiscal subrayó que esta investigación se lleva a cabo en concordancia con los objetivos establecidos por la Cámara y se mantiene un ritmo de trabajo continuo y constante.
Cabe remarcar que la única posibilidad de juzgar a un posible asesino en este caso sería si esa persona hubiera interrumpido el plazo de prescripción. Cualquier otra opción ya no sería factible, ya que la acción penal del crimen de Nora Dalmazzo se encuentra prescrita en términos generales.
Situación judicial
El 5 de julio del año pasado finalizó el juicio que absolvió a Macarrón, en el que estaba imputado por el delito de «homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal».
En ese entonces, el tribunal técnico de la Cámara del Crimen de Río Cuarto y con jurados populares, había resuelto hacer lugar al pedido de la Fiscalía y dictarte el “sobreseimiento” de todos los cargos.
En ese juicio, el fiscal Julio Rivero sostuvo que a Nora Dalmasso “la mató una sola persona, un conocido por ella”, y que tras “un acto sexual consentido”, el asesino sujetó a la víctima del cuello hasta dejarla inconsciente y luego le hace un doble nudo con el cinto de la bata en el cuello, para evitar que recupere la conciencia.
En ese cinto es en el que se encontró un rastro genético, que por el momento es NN, porque no se pudo encontrar compatibilidad con ninguna persona testeada anteriormente, y es a quien apunta llegar el fiscal Jávega con estos nuevos cotejos.
El cuerpo sin vida de Nora fue encontrado el 26 noviembre de 2006 en su vivienda de Villa del Golf, en la ciudad de Río Cuarto, y según las pericias murió asfixiada mediante estrangulamiento.
A lo largo del proceso pasaron los fiscales Javier Di Santo, Fernando Moine, Marcelo Hidalgo, Daniel Miralles y Luis Pizarro, quien cerró la instrucción y la elevó a juicio.
Durante la investigación fueron imputados el pintor Gastón Zárate, considerado “perejil” por sus vecinos que hasta marcharon para defender su inocencia, el hijo de la víctima Facundo Macarrón, el abogado Rafael Magnasco, quienes progresivamente fueron sobreseídos de las acusaciones, y finalmente el viudo Macarrón cómo el único que llegó como acusado al juicio en calidad de instigador del crimen, pero terminó absuelto.
Al momento del crimen su esposo Macarrón se encontraba participando en un torneo de golf en Punta del Este (Uruguay), según se probó en el juicio.