En el inicio de la tercera semana de audiencias en el juicio por la muerte de cinco recién nacidos en el Hospital Materno Neonatal, ayer declaró Brisa Molina, madre de Melody, una de las bebas fallecidas. “Me la mataron. Y a mí me mataron en vida”, dijo convencida ante el Tribunal la joven mamá. “Me cuesta ir al cementerio. Prefiero quedarme en casa y sentir que está conmigo”, confesó la testigo. También contó que la nena nació sana y que pudo darle el pecho en su primer contacto.
“Cuando hicieron el cambio de turno las enfermeras se la llevaron y me la devolvieron con otra ropa. Ahí noto que tenía una manchita de sangre en la espalda. Pensé que la habían limpiado mal. Era madre primeriza”, se justificó Brisa.
En otro tramo, la testigo siguió detallando las 24 horas de vida de su hija. “A la tarde tenía las manitos frías y no tomaba el pecho. Incluso tenía la mirada hacia abajo, nada que ver con la mañana”. Contó que durmieron juntas y que no lloraba, que ella le hablaba y no reaccionaba.
Cuando la llevaron a incubadora, le dijeron que no llame a sus familiares. “Yo igual llamé a mi mamá, que cuando llegó se trenzó con las enfermeras. Ya en la madrugada, cuando le informan que Melody había fallecido, en una primera instancia desde el Hospital le dijeron que había tenido un “problemita en el corazón”, pero como ella tenía dudas, pidieron la autopsia por “muerte dudosa”.
Durante varios tramos Brisa se emocionó: “Yo tenía 17 años, estaba todavía en el secundario. No me gusta hablar de esto, menos en público”. También contó que velaron sus restos para que el papá de Melody, que estaba preso, tuviera tiempo para salir a despedirse de ella.
Finalmente, Brisa fue optimista sobre el proceso judicial: “Espero que todo salga a la luz. Como ella, que se llamaba Melody Luz. Y va a traer luz sobre todo lo que pasó”, señaló en declaraciones a los medios acreditados en la sala de Tribunales Dos.
La madre de Brisa confirmó que Agüero atendió a la nena
Romina Cejas, la madre de Brisa Molina y abuela de Melody, la quinta víctima fatal de este proceso, identificó a la enfermera acusada de ser la autora material de esos homicidios.
“La vi a Brenda con tres enfermeras o doctoras. La llamé para que revisara a la beba porque no era normal que no tomara la teta. A la noche Brisa me llamó llorando porque le había dio un paro”, declaró ante el Tribunal. También contó que los controles realizados en el embarazo estaban todos bien y que el día en que nació Melody, ella acompañó a su hija y que antes de retirarse del Neonatal, a las 11 de la mañana, sintió que “la beba tenía las manos frías”.
La abuela de la niña también señaló que cuando volvió porque le avisaron que estaba grave, insistió en poder ver a Melody, pero que no pudo. Que esas mismas profesionales le indicaron que era un caso “muy extraño” y que ella les contestó que “si no salvaban a mi nieta le prendería fuego al hospital”.
Recordemos que Cejas fue la primera en pedir ser querellante en la investigación judicial abierta por el fiscal Raúl Garzón y en esa oportunidad dijo que tuvo dudas “desde el primer momento” y que no encontró respuesta en el nosocomio.
Más testimonios
Este martes se desarrolla la décima audiencia del juicio contra Brenda Agüero y 11 ex funcionarios del área de Salud de la provincia, por la muerte de cinco bebés, las lesiones a otros ocho y el supuesto encubrimiento de los hechos.
Se espera la presencia de otras mamás y abuelas de las 13 víctimas que faltan declarar. En ese marco, se confirmó que quien no brindará su testimonio ante la Cámara Séptima y los jurados populares será Natalí Martínez, madre de Uma, una de las sobrevivientes, porque actualmente vive en Salta y cuya declaración fue incorporada por escrito desde la instrucción y leído ante todas las partes que participan de este histórico proceso judicial.