Santiago Campos Matos (37) negó ayer haber asesinado a Anahí Bulnes en la tercera audiencia del juicio que lo investiga por el femicidio de la trabajadora sexual y maestra jardinera. Además, el acusado brindó detalles de aquella noche y su encuentro con la víctima, enfocando su testimonio en sus problemas de consumo.
El único acusado por el crimen relató su versión sobre la noche del 4 de diciembre de 2022 en el centro de la capital, horas antes de conocerse la desaparición. Al respecto, confirmó que estuvo junto a Anahí en su departamento de la esquina Emilio Olmos y bulevar Guzmán.
Campos Matos dijo que conoció a Anahí esa noche buscando droga en la zona cercana a su departamento. Sobre el encuentro, aseguró que la mujer estaba en la calle ofreciendo servicios sexuales y que él sólo buscaba alguien que le vendiera cocaína.
Luego, el acusado dijo que la mujer lo llevó hasta un departamento ubicado en el mismo edificio donde vivía Campos Matos. A continuación, subieron los dos a su departamento, donde ambos consumieron cocaína y a Anahí, de quien no sabía su nombre real, le sangraba su nariz. También aseguró que tomaron alcohol, aunque no especificó cuánto tiempo duró la reunión.
Más tarde, la mujer le pidió pasar al baño porque le sangraba la nariz. Siguieron consumiendo en su habitación y a los minutos ella le dijo que “se tenía que ir a solucionar unas cosas”. Matos señaló también que ella salió por las escaleras del edificio y desde ese momento no la volvió a ver, dando a entender que Anahí fue a otro departamento del mismo domicilio.
El imputado manifestó, además, que después de ver a Anahí volvió a salir de su casa para comprar más droga. La adquirió en las inmediaciones del Hospital de Urgencias. “Agarré $ 20.000 y fui a buscarla a la Porteña”, sostuvo al respecto.
Esa primera salida de su vivienda, al igual que las siguientes al otro día, las hizo con bolsas de basura y quedaron registradas en filmaciones. Al respecto, el imputado argumentó que en su departamento “había comida tirada por todos lados, muchas botellas de alcohol, muchas latas de cerveza, cigarrillos, etiquetas, sachet de mayonesa… un total descuido”. “Barrí un poco y preparé dos bolsas con los recortes de madera, una bolsa que tenía latas de cerveza y otras que tenía botellas de alcohol y comida descompuesta”, añadió.
Y agregó que, después de estas salidas –no mientras limpiaba- se percató de que había gotas de sangre en su baño. Allí retomó la mención a Anahí. “No me molestaba que hubiera un par de gotas de sangre porque no pertenecían a ningún hecho violento ni nada que me llamara la atención”, aclaró.
Luego, el acusado aseguró que, después del encuentro con la docente, decidió encerrarse en su departamento “a tomar droga porque tenía mucha”. Por otro lado, desmintió que le gustara lo relacionado al canibalismo, como se infiere a partir del hallazgo en su casa de libros escalofriantes sobre rituales y crímenes.