Después de casi dos años de dolor y espera, la familia de Santiago Aguilera Allende obtuvo una primera respuesta judicial. Este martes, el Tribunal Oral Federal N°3 de Córdoba dictó prisión perpetua para Walter Gil, hallado culpable del secuestro extorsivo seguido de muerte del joven de 18 años. En tanto, Julio César Ramírez, también imputado en la causa, fue condenado a 4 años de prisión por encubrimiento, aunque resultó absuelto del delito de secuestro.
El veredicto se conoció durante la última audiencia del juicio que se desarrolló en los Tribunales Federales de Córdoba. Fue un momento cargado de emoción, especialmente por las palabras de los padres de Santiago, quienes hablaron antes de la deliberación final del tribunal.
“Aparecieron estos traicioneros, cuando uno menos lo esperaba, para cambiarnos la vida y convertirla en el infierno. El daño y el dolor que nos causaron es inmenso e irreparable. Será perpetuo infinito. Movidos por codicia, nos arrancaron a nuestro hijo de nuestra propia casa, lo torturaron sin piedad, lo asesinaron y lo tiraron en un basural”, expresó entre lágrimas Carlos Aguilera, padre de la víctima.
Su esposa, quebrada por completo, también tomó la palabra con el mismo dolor. Ninguno de los imputados quiso ejercer su derecho a la última palabra antes de la sentencia.
Un crimen que marcó a una región
El asesinato de Santiago Aguilera sacudió a Traslasierra y a toda la provincia de Córdoba en agosto de 2022. El joven, hijo de un comerciante muy conocido en Villa Dolores, desapareció la noche del 16 de agosto tras salir de su casa en el paraje Chuchiras, entre Las Tapias y San Javier.
Al día siguiente, sus padres recibieron mensajes extorsivos desde su propio celular: exigían entre 7 y 10 millones de pesos, advertían que no contactaran a la policía y aseguraban que estaban siendo vigilados. Sin embargo, tras esos primeros contactos no hubo más comunicación, y el teléfono fue apagado. El silencio fue un indicio que preocupó desde el inicio.
Cinco días después, el 21 de agosto, se encontró el cuerpo sin vida de Santiago en una laguna seca, en la zona de Boca del Río, a unos 6,5 kilómetros de Villa Dolores. La autopsia reveló un cuadro brutal: signos de tortura, quemaduras de cigarrillo, perforaciones en la mano y un golpe mortal en la cabeza con un objeto contundente. Según los peritos, Aguilera fue asesinado el 20 de agosto, tras varios días de cautiverio.
Walter Gil fue arrestado apenas dos días después del hecho, el 18 de agosto. Según se determinó en la causa, fue quien engañó al joven para que saliera de su casa, aprovechando un vínculo de confianza previo.
“Walter Gil se ganó la confianza de Santiago, lo convenció para salir esa noche. Me imagino a mi hijo, pobrecito, yendo inocentemente en ese vehículo hasta un lugar oscuro donde lo secuestraron y lo cagaron a trompadas para quitarle el teléfono. No entendía que la persona a la que le había dado trabajo, a la que había llevado a su casa, lo estaba traicionando. Para ese traidor, la perpetua está perfecta”, expresó su padre en diálogo con Cadena 3 tras conocerse el fallo.
Por su parte, Julio César Ramírez fue detenido casi un año más tarde, en abril de 2024. Fue juzgado por haber manipulado el celular de la víctima, pero no se comprobó su participación directa en el secuestro.
Los cargos contra ambos incluyeron secuestro extorsivo triplemente agravado por la participación de más de una persona, por lesiones graves y por la muerte de la víctima. Sin embargo, la Justicia solo encontró pruebas suficientes para condenar a Ramírez por encubrimiento.
Aunque la sentencia contra Gil fue recibida con alivio por la familia, aseguran que el caso aún está lejos de cerrarse. Existen otras cuatro personas imputadas en una causa paralela que aún no han sido juzgadas.
Carlos Aguilera expresó: “No conocemos realmente los motivos de los que están detenidos y creemos que en Traslasierra hay más gente que está en libertad”. En ese sentido, reclamó que la investigación continúe hasta dar con todos los responsables: “Este es el primer paso”.