Juan Cruz Camerano Echavarría, el conductor del auto en el que viajaba Valentín Blas Correas cuando fue asesinado de un balazo policial durante un control vehicular realizado en agosto de 2020 en nuestra ciudad, declaró ayer como testigo, junto a otra amiga de la víctima (Camila), en el juicio que se les sigue a 13 efectivos acusados por el homicidio y posterior encubrimiento de joven.
Camerano Echeverría, de 21 años, que conducía el Fiat Argo en el que iban los jóvenes al momento del ataque, y Camila Tosi, de 19, se sumaron a los testimonios aportados la semana pasada por Mateo Natali (19) y Cristóbal Bocco Cámara (19).
En las primeras horas del proceso judicial, Camerano, visiblemente conmovido, relató en la audiencia cómo fue el episodio de la moto y el control del Pizzurno. “Veo al policía desenfundar un arma y cómo de cerca levanta el arma. Me asusté y seguí de largo. El ruido fue como que nos tiraban piedras y siento que se me iba el auto”, comenzó diciendo.
Luego, contó cómo fue la odisea de conseguir el hospital más cercano. “Vamos al (sanatorio) Aconcagua, llegamos y Camila (Tosi) baja corriendo pidiendo ayuda. Lo trato de bajar a Blas, apenas si pude apoyarlo en la calle. Recuerdo su mirada, como agonizaba y pedía ayuda. Un señor que dice no lo van a atender”, recordó Juan Cruz en la audiencia. Y sumó: “Blas seguía vivo, escuchaba como luchaba por respirar. Respiraba fuerte. Jamás olvidaré ese ruido”.
En otro tramo de su declaración, el adolescente recordó que el auto fue detenido por los efectivos. “Los policías no hacían nada, lo dejaron que se muera”. “Trato de buscar el celular para avisar y dos policías me ponen las rodillas en la espalda y me tiran sobre la calle. La Policía nunca hizo nada”, agregó. Para cerrar, con la voz entrecortada, expresó: “Durante meses me sentí culpable por la muerte de Blas”.
Hoy continuarán las declaraciones. En esta ocasión será el turno del abuelo y el hermano de Blas.