La llegada del Año Nuevo en Córdoba estuvo marcada por un fuerte temporal que azotó la provincia con intensas ráfagas de viento, granizo y lluvias torrenciales. Desde la tarde del 31 de diciembre, varios puntos de la región sufrieron los estragos de la tormenta, que causó daños importantes, cortes de energía y alteró los festejos de fin de año.
El episodio más dramático ocurrió en Oncativo, donde el techo del Hotel Nono Luigi se desplomó, y dejó a tres personas heridas, lo que obligó a suspender la fiesta de Año Nuevo programada en el lugar.
El hotel, conocido por su innovador restaurante con robots meseros, fue uno de los principales afectados. Según Oscar Scorza, propietario del establecimiento, “una parte del techo terminó en otro lugar”. Los Bomberos Voluntarios de Oncativo informaron que “se realizaron primeros auxilios en dos hombres y una mujer, quienes fueron derivados al hospital municipal San Isidro”. Aunque la estructura del edificio sufrió graves daños, no se reportaron víctimas mortales.
Además de los daños en Oncativo, otras localidades como Villa María, Luque y Berrotarán también fueron afectadas. En Luque, el intendente Diego Viano sugirió que el fenómeno podría haber sido “una cola de tornado”, debido a la fuerza con la que fueron derribados grandes árboles y postes de electricidad. En la misma línea, advirtió que “se prevé un verano zigzagueante en materia de clima”, lo que sugiere que los habitantes de deben estar alertas ante posibles eventos meteorológicos similares.
En Berrotarán, los Bomberos Voluntarios informaron que “tres dotaciones acudieron a distintos puntos de la localidad por diversas intervenciones debido a la tormenta”. El fuerte viento provocó la caída de árboles y postes de luz. En otras zonas, como Río Tercero y Almafuerte, las ráfagas alcanzaron velocidades de hasta 130 km/h, mientras que en la ciudad de Córdoba, las intensas lluvias y tormentas eléctricas se prolongaron hasta la madrugada de ayer.