El 6 de febrero pasado se conmemoró el Día de la Internet Segura, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la alfabetización digital en nuestra sociedad, especialmente en lo que respecta a la protección de los datos personales, la identidad y la privacidad.
En el último tiempo hemos tomado conocimiento sobre la creciente importancia que tiene hacer un uso responsable de internet y los dispositivos, porque éste es el camino para navegar el vasto mundo de internet, en cierto punto, protegidos de los riesgos inherentes a su uso.
El concepto de alfabetización digital va más allá de saber usar los dispositivos tecnológicos y navegar por la red. En el contexto actual, implica comprender cómo funciona internet, conocer sus riesgos asociados y adoptar prácticas seguras para proteger nuestra información.
Uno de los desafíos más significativos de la era digital es la protección de nuestra identidad y privacidad. Con cada click, compartimos información que puede ser utilizada de manera indebida si cae en las manos equivocadas. En el mismo sentido, los datos personales son un activo valioso en el mundo digital. Su protección no sólo es una cuestión de privacidad, sino también de seguridad personal.
Los usuarios deben ser conscientes de la información que comparten en línea y cómo ésta puede ser utilizada.
En este camino, tener presentes algunas recomendaciones ayuda a mantener una navegación segura siempre con foco en proteger los datos personales:
- Utilizar contraseñas seguras y diferentes para cada cuenta o servicio en línea, y cambiarlas periódicamente. Si es necesario, apoyarse en gestores de contraseñas.
- Activar la autenticación de dos factores o verificación en dos pasos siempre que sea posible para agregar una capa adicional de seguridad.
- No compartir datos personales, como el nombre completo, la dirección, el teléfono o el número de documento, con desconocidos o en sitios web no confiables.
- Ser prudente sobre la información personal que se publica en internet y estar alerta a correos electrónicos y mensajes sospechosos que buscan robar información personal.
- Revisar los permisos y la configuración de privacidad de las aplicaciones y las redes sociales que se utilizan, y limitar el acceso a la información que se publica o se almacena en ellas.
- Evitar conectarse a redes WiFi públicas o abiertas, ya que pueden ser usadas por hackers o ciberdelincuentes para acceder a los dispositivos o interceptar los datos que se envían o reciben.
- Usar herramientas de seguridad, como antivirus, firewall o VPN, para proteger los dispositivos y las conexiones de posibles ataques o amenazas.
- Ser consciente de los riesgos y las consecuencias de compartir o descargar contenido ilegal, inapropiado o dañino en la red, y respetar los derechos de autor y la propiedad intelectual de los demás.
- Denunciar cualquier situación de acoso, extorsión, robo de identidad o violación de la privacidad que se sufra o se presencie en internet, y solicitar ayuda si se necesita.
La alfabetización digital permite aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la red, al mismo tiempo que nos prepara para afrontar los desafíos y riesgos que implica su uso.
Trabajar en una cultura de la seguridad donde los usuarios sean los protagonistas, es imprescindible.
La educación debe ser constante y adaptada a los cambios continuos que plantea el entorno digital. Sólo así podremos seguir disfrutando de los beneficios que nos presenta internet, minimizando sus riesgos.