Un adolescente de 15 años murió y otro menor fue herido en un ataque con misiles de Rusia contra la ciudad portuaria de Odesa, informaron las autoridades municipales, que inicialmente habían estimado que habría todavía más víctimas.
“Un ataque con misiles en Odesa dañó un edificio en el que se encontraban cinco personas. Un chico de 15 años murió, otro menor fue trasladado al hospital”, anunció el ayuntamiento de la ciudad en la red Telegram, sin dar detalles sobre la suerte de los otros tres ocupantes del edificio.
Las autoridades habían denunciado el ataque con misiles sobre infraestructuras civiles de la ciudad sureña ubicada a orillas del mar Negro, y detallaron que un edificio religioso estaba entre lo más dañado.
El secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksiy Danilov, declaró a la televisión ucraniana que ese edificio es una iglesia ortodoxa del Patriarcado de Moscú y que el tejado fue afectado, informó la agencia de noticias AFP.
«Hoy, el enemigo ha disparado un misil contra una de las instalaciones de Odesa. Desafortunadamente, hay muertos y heridos», señaló, por su parte, Prensa del Ayuntamiento en un breve comunicado hecho público en Facebook.
Además, el impacto de un cohete ruso dañó un puente de importancia estratégica a través del estuario del Dniester, al oeste de Odesa, donde el río Dniester desemboca en el mar Negro, informó el gobernador Maxim Marchenko.
El puente ya fue atacado en dos ocasiones.
Marchenko calificó al Ejército ruso de «escoria terrorista» y aseguró que las fuerzas ucranianas trabajarán «hasta que no quede ningún ocupante vivo en Ucrania».
El sábado, el aeropuerto de la ciudad había sido blanco de un disparo de misil ruso que destruyó su pista, sin ocasionar víctimas.
Y ocho días antes, ocho personas habían muerto en bombardeos de las tropas invasoras a Odesa, de cerca de 1 millón de habitantes, y hasta entonces poco afectada por la guerra, aunque estratégica por su puerto de gran tamaño, que permite acceso al mar Negro y al resto de Ucrania.
A comienzos de abril, Rusia atacó, además, una refinería y depósitos de combustible en las que, según Moscú, se abastecían el Ejército local.