La crisis energética generada por la guerra de sanciones entre Rusia y Occidente subió un escalón más ayer, esta vez en detrimento de Alemania, que quedó a un paso de activar el racionamiento del gas en caso de que se interrumpan completamente las entregas desde Moscú y no pueda llenar los depósitos antes de que llegue el otoño.
Ocurre que la ola de sanciones económicas que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impusieron a Rusia por la invasión a Ucrania se empieza a volver en su contra: por un lado, tras la suspensión de la compra de los combustibles fósiles rusos, Moscú encontró rápidamente nuevos clientes en China e India -los países más poblados del mundo-, que se abalanzaron para comprar el petróleo desechado por Occidente. Incluso, los precios del hidrocarburo se fueron tan altos por las sanciones impuestas, que Rusia está ganando aún más dinero con las ventas que antes de que comenzara la guerra. Y su moneda, que alguna vez se tambaleó, aumentó su valor frente al dólar.
Pero a este efecto indeseado hay que sumar la respuesta de Moscú a las sanciones occidentales. La reducción del envío de gas desde Gazprom a los países de la UE llevó ayer al Gobierno alemán ha elevar a una segunda fase el nivel de alerta a fin de garantizar el suministro del insumo, un mecanismo que dejó al país al borde de medidas de racionamiento. “Incluso si aún no lo notamos, estamos ante una crisis del gas”, alertó el ministro de Economía, Robert Habeck, quien si bien aseveró que por el momento el suministro está garantizado, dijo que “tenemos que tomar precauciones ahora para estar preparados para el invierno”, “El gas es a partir de ahora un bien escaso”, advirtió Habeck.
La medida se dicta luego de que Rusia redujera sus envíos de gas en un 60% por el principal gasoducto que todavía está operativo, el Nord Stream 1, a lo que se suman los elevados precios del combustible por la guerra. Este segundo nivel de alerta se activa cuando el Gobierno observa un riesgo alto de que el suministro de gas sea insuficiente a largo plazo y permite, por ejemplo, que las empresas suban los precios a los usuarios para reducir la demanda. Sin embargo, Habeck dijo que el objetivo es habilitar al Gobierno a “apoyar” a los actores del mercado para hacer frente a los precios del hidrocarburo. La tercera y última etapa de este plan es el “nivel de urgencia” y permite al Estado organizar un racionamiento, con el fin de repartir el gas entre particulares, administraciones y empresas.
La UE avanzó en la incorporación de Ucrania y Moldavia
Los países de la Unión Europea (UE) acordaron ayer conceder a Ucrania y Moldavia el estatus de candidatos a la adhesión al bloque, una decisión adoptada en tiempo récord por la guerra.
De esta forma, los 27 Estados miembros abrieron un complejo proceso que puede llevar varios años hasta concretarse, pero que marca un apoyo irrestricto a Kiev frente a Rusia.
“Es un momento único e histórico en las relaciones entre Ucrania y la UE”, tuiteó el presidente Volodomir Zelenski, quien dijo que “el futuro de Ucrania está en la UE”.
“Esta decisión nos fortalece a todos. Fortalece a Ucrania, Moldavia y Georgia, frente al imperialismo ruso. Y fortalece a la UE”, agregó la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen.
Moscú estrenó el pago de su deuda externa en rublos
El Ministerio de Finanzas ruso anunció ayer que pagó en rublos los intereses de la deuda contraída en dólares, debido a las sanciones impuestas al país por su intervención militar en Ucrania.
El pago por 12.510 millones de rublos (unos 235.000.000 de dólares) parece ser el primero realizado por Rusia en base a un nuevo sistema temporal que el país elaboró para circunvalar sanciones de Estados Unidos y que entró en vigor hace dos días.
El dinero para el pago de bonos de deuda externa con vencimiento en 2027 y 2047 “fue recibido por la agencia de pago de eurobonos National Settlement Depository (NSD)”, dijo el Ministerio e indicó que “cumplió así las obligaciones (…) de la Federación Rusa en su totalidad”.