Diputados del Frente de Todos (FdT) advirtieron este domingo que en los últimos días se sucedieron una serie de «maniobras y expresiones de neto corte golpista» que configuran «una acción sistemática de desestabilización política y económica», mientras desde el sindicalismo ratificaron que la movilización que se realizará el 17 de agosto próximo fue concebida para «denunciar» a los formadores de precios que están «perjudicando al país».
El bloque de diputados del FdT, que conduce Germán Martínez, expresó su «firme repudio» ante las «maniobras y expresiones de neto corte golpista que aparecieron en los últimos días» y llamó al Poder Judicial a «asumir una postura proactiva en defensa de la democracia y las instituciones».
A través de un comunicado, los legisladores advirtieron sobre una serie de «hechos muy claros» que configuran una «acción sistemática de desestabilización política y económica».
Así, enumeraron una «brutal corrida cambiaria que pretende una devaluación abrupta de la moneda nacional; pedidos de juicio político a nuestro Presidente de la Nación (Alberto Fernández) y amenazas hacia nuestra vicepresidenta (Cristina Fernández)».
También tildaron «acciones violentas contra el Instituto Patria» y la irrupción de «exmilitares convocando a las Fuerzas Armadas», en referencia al excarapintada Aldo Rico, además de la presencia de «dirigentes políticos y operadores mediáticos planteando el adelantamiento de las elecciones».
«Hacemos un llamado a la responsabilidad institucional de la oposición política. El contexto requiere claras y explícitas manifestaciones públicas», sostuvieron los legisladores oficialistas, y pidieron además al Poder Judicial que «asuma una postura proactiva en defensa de la democracia y las instituciones e investigue las denuncias que el Poder Ejecutivo ha realizado».
«Defendamos a nuestra democracia, que tantas vidas y esfuerzo costó recuperar», convocaron los legisladores.
A la vez, un sector de la coalición de Gobierno pidió medidas más fuertes para controlar el dólar paralelo, al advertir que esas transacciones no tienen un «efecto real en la economía» pero sí en la «psiquis colectiva».