Rusia anunció ayer el inicio de la reconstrucción de la ciudad ucraniana de Mariupol, ciudad portuaria del sureste de Ucrania ahora en su poder, que quedó devastada por semanas de bombardeos de las fuerzas invasoras.
Los primeros edificios reconstruidos en Mariupol serán inaugurados en septiembre, anunció Rusia, que ocupa la localidad estratégica del Donbass. “Los primeros edificios estarán listos en septiembre. Los primeros hospitales estarán listos”, declaró el vice primer ministro ruso, Marat Jusnulin. La funcionaria presentó el viernes pasado al presidente Vladimir Putin un plan para reconstruir Mariupol en tres años, un objetivo que parece muy ambicioso teniendo en cuenta el alcance de las destrucciones.
Las fuerzas rusas conquistaron en mayo la estratégica ciudad tras semanas de asedio que devastaron gran parte de la urbe: edificios residenciales, escuelas, comercios y calles quedaron absolutamente en ruinas. Antes de la ofensiva militar, la ciudad ubicada a orillas del mar de Azov contaba con más de 400.000 habitantes. Actualmente está muy despoblada, después de que la mayoría de los residentes huyeran de los combates.
Sin embargo, Jusnulin pronosticó que la población pasará a ser de unos 350.000 habitantes de aquí a 2025, sin precisar si las autoridades rusas tenían previsto implantar una política de repoblación. El vice primer ministro también indicó que las fuerzas de ocupación rusas prevén crear un “parque tecnológico” en la zona industrial de la acería Azovstal, donde se atrincheraron los últimos militares ucranianos antes de rendirse. “No pensamos en una restauración con vieja tecnología. Vamos a crear empleos que alimentarán a la ciudad gracias a la economía”, prometió Jusnulin. Por el momento, los habitantes de Mariupol siguen viviendo en difíciles condiciones, con el restablecimiento parcial del agua y la electricidad.
Mientras tanto, el conflicto continúa en el este y el sur de Ucrania con una denominada “guerra de desgaste”, según los análisis de la prensa internacional. Tres civiles murieron ayer por bombardeos rusos en la región de Donetsk, dos en Bakhmut y uno en la cercana Soledar. A la vez, una ciudad industrial y centro de transporte, Bakhmut, soporta el bombardeo ruso constante en la última semana mientras que las fuerzas del Kremlin intentan ocupar todo Donetsk. Los ataques también alcanzaron Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, situada cerca de la frontera con Rusia, donde en las últimas horas dos civiles resultaron heridos.
Mientras tanto, Estados Unidos anunció ayer que enviará un nuevo paquete de armas por valor de 550.000.000 de dólares para las tropas ucranianas que luchan contra Rusia, lo que eleva a 8.000 millones la ayuda militar desde la asunción del presidente Joe Biden en enero de 2021.
“Un día de alivio para el mundo”
Un buque cargado de cereales zarpó ayer de Ucrania, el primero desde el inicio de su guerra con Rusia, en virtud de un acuerdo internacional que se espera libere grandes cantidades de granos a los mercados mundiales y alivie la crisis alimentaria e inflacionaria global.
La noticia de la partida del “Razoni” del sureño puerto ucraniano de Odesa, sobre el mar Negro, fue celebrada de hecho por líderes del mundo entero, que vislumbra la posibilidad de morigerar la hambruna desatada por la guerra.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania lo describió como “un día de alivio para el mundo”, especialmente para los países amenazados por la escasez de alimentos, mientras que el vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, calificó a la noticia como “muy positiva”.
El 22 de julio, representantes de Ucrania y Rusia firmaron acuerdos separados en Estambul destinados a permitir la salida de 22.000.000 de toneladas de granos y otros productos agrícolas bloqueados en puertos ucranianos del mar Negro debido a la invasión militar rusa iniciada el 24 de febrero pasado. Los acuerdos también permiten a Rusia exportar sus productos agrícolas y fertilizantes, a pesar de las sanciones que Occidente le impuso por la invasión.