Un ejemplar de puma fue declarado por primera vez «sujeto de derecho» por la justicia en el mismo sentido en el que antes lo fueron la orangutana Sandra, la chimpancé Cecilia y la elefanta Mara, lo que para los especialistas reconfirma el lugar de vanguardia mundial que Argentina ostenta en materia de derecho animal.
El pasado 6 de julio, la titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Penal Juvenil, Contravencional y De Faltas N°3 Carla Cavaliere, que declaró «sujeto de derecho al animal no humano de nombre Lola Limón, de la especie puma concolor (…) disponiéndose su libertad total, libre de cualquier medida o restricción legal».
Se trata de Lola Limón, la puma de 3 años y medio que se encuentra en el Ecoparque desde octubre de 2019 cuando fue rescatada por efectivos policiales de una vivienda de Mataderos donde oficiaba como mascota siendo una cachorra de 6 meses de edad.
Además, la jueza otorgó «la custodia definitiva» del ejemplar individualizado a la Unidad de Proyectos Especiales (UPE) Ecoparque.
«Derecho animal»
La sentencia se inscribe en lo que se denomina «Derecho animal», que es el cuerpo legislativo y jurisprudencial que tiene por objetivo salvaguardar el respeto a la vida, la libertad y dignidad de los seres sintientes no humanos sobre la base de la Declaración Universal de los Derechos de los Animales de 1977.
«Este fallo se basa en el caso de la orangutana Sandra, que es el caso emblemático que cambia el paradigma y da sentido al derecho animal, al declararla sujeto de derecho o persona no humana», dijo Andrés Gil Domínguez, constitucionalista y especialista en derecho animal.
El jurista destacó que «para reconocerle el derecho que está en juego en este caso, que es el derecho a la libertad» de la puma como animal o persona no humana, «primero le otorga la guarda o custodia de Lola Limón al Ecoparque, pero no en carácter de cosa sino sujeto de derecho para que allí se la prepare a efectos de después poder recuperar su libertad si es posible esto».
Es que en los tres antecedentes jurisprudenciales nacionales, la justicia dispuso también el traslado de los ejemplares a grandes santuarios: la orangutana Sandra pasa sus días en el Center of Great Apes de Wachula (Estados Unidos) desde 2019; la chimpancé Cecilia permanece desde 2017 en el Santuario Grandes Primates de Sorocaba (Brasil); mientras que la elefanta Mara vive desde 2020 en el Santuario para Elefantes de Mato Grosso (Brasil).
Gil Domínguez explicó que las categorías de «animal no humano sujeto de derecho» -del que habla el fallo de Lola- y de «persona no humana» -del que hablan los fallos de Casación Penal y la Justicia en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires sobre orangutana Sandra, «son lo mismo».
Además añadió, que el reconocimiento de un animal como persona no humana o sujeto de derechos debe ser independiente de su «grado de cognitividad» –que varía según la especie- y sólo establecido en función de la «sintiencia» que es común a todos los animales.
El nuevo paradigma
El cambio de paradigma también está haciendo también «entrar en crisis» algunas prácticas como la utilización de animales en un rito tradicional como la corrida de toros o en deportes como el polo, el pato y la carrera de caballos.
«En la medida que implican sufrimiento o privación de determinados derechos animales, se empieza a rediscutir todo, tal vez no para prohibirlo sino para repensar las condiciones en que están siendo usados por esos deportes», dijo Gil Domínguez .
Y a nivel internacional, «la Justicia argentina es la número uno a nivel mundial en reconocimiento del derecho animal sin lugar a dudas» porque «es la justicia que hizo una ruptura deconstructiva de todo el ordenamiento mundial con el caso orangutana Sandra, que da luego Cecilia, este caso y la elefanta Mara «, añadió.
«Es decir que permanente hay procesos donde se están aplicando las categorías del caso orangutana Sandra a distintos animales», dijo.
«Es más, nosotros estamos hoy a un nivel de aplicación del derecho muchos más avanzados que muchas tesis doctorales que se están desarrollando en Europa, con discusiones que nosotros acá ya en la práctica jurisprudencial las hemos superado con creces», concluyó el jurista.