La contraofensiva ucraniana comienza a preocupar a Vladimir Putin, que no sólo ve cómo se extiende indefinidamente la invasión del país europeo sin lograr sus objetivos –como la postergada conquista del Donbass-, sino que también experimenta retrocesos en algunos puntos estratégicos como Crimea, que se ha vuelto un nuevo centro del conflicto armado.
Fuertes explosiones e incendios afectaron ayer a un depósito militar ruso en la península anexionada en 2014, en un presunto ataque ucraniano que provocó la evacuación de más de 3.000 personas. Si bien el Ejército ruso no identificó a los responsables de lo que calificó como un “acto de sabotaje” en el depósito, se trataría ya del segundo ataque ucraniano en la península, luego de las explosiones ocurridas la semana pasada en una base militar rusa. El diario ruso Kommersant informó además que residentes de otra localidad de Crimea, ubicada en el centro de la península, también denunciaron explosiones en una base de la Fuerza Aérea rusa, aunque las autoridades no confirmaron la especie.
Al mismo tiempo, aumenta la tensión en Kherson, donde Ucrania concentra su contraofensiva y ha dañado infraestructuras críticas que dificultan la estrategia de las fuerzas rusas. En efecto, las tropas invasoras ven cada vez más difícil el abastecimiento de municiones y combustibles para la primera línea debido a los ataques ucranianos, que lograron cortar las líneas de suministro, tanto fluviales como ferroviarias, mientras bombardea simultáneamente los depósitos de municiones.
“En la última semana hemos destruido más de diez almacenes de municiones y grupos de equipos militares. Estos impactos no permiten el traslado de equipos pesados por estos puentes”, informó el Mando Operativo Sur del ejército ucraniano. El primer jefe adjunto del consejo regional de Kherson, Yuri Sobolevsky, aseguró incluso que una parte importante del mando militar ruso ya abandonó la ciudad.
“La situación en Ucrania demuestra que Estados Unidos está tratando de prolongar este conflicto. Y actúa de la misma forma, instigando el potencial conflicto en Asia, en África, en América Latina”, se quejó ayer Putin en un discurso donde consideró que “la aventura estadounidense ante Taiwán no es simplemente un viaje de una política irresponsable, es parte de una estrategia internacional consciente para desestabilizar y volver caótica la situación en la región y en el mundo”.
Ciberataque en la central de Zaporiyia
La compañía operadora de las centrales nucleares ucranianas, Energoatom, denunció ayer un ciberataque “sin precedentes” contra su página web, aunque aseguró que su funcionamiento no fue afectado de forma “considerable”, en medio de los cruces entre Ucrania y Rusia por los bombardeos cerca de la planta de Zaporiyia.
“Hoy se produjo el ciberataque más potente desde el inicio de la invasión rusa contra el portal de Energoatom”, detalló la empresa, que aseguró que “el ataque provino del territorio ruso”.