El G7 acordó ayer establecer un «mecanismo de coordinación» para ayudar a Ucrania a reparar y defender sus infraestructuras críticas de electricidad y agua, bombardeadas por Rusia en las últimas semanas, y pidió al Kremlin prorrogar el acuerdo sobre las exportaciones de cereales ucranianos, que expirará el 19 de noviembre.
En Munster, en el oeste de Alemania, los líderes de la diplomacia del G7 dialogaron entre el jueves y el viernes sobre el continuo apoyo a Ucrania, incluyendo «un mecanismo de coordinación dentro del G7 para reparar, defender y restaurar las infraestructuras energéticas» dañadas por los ataques rusos, según fuentes que participaron del encuentro citadas por agencias internacionales. Las siete economías globales acordaron en ese marco establecer el «mecanismo de coordinación» para ayudar a Ucrania, señaló el grupo en su comunicado final.
Ante el aumento de los bombardeos rusos y la llegada del invierno, este mecanismo permitirá coordinar la ayuda concreta de los países para reparar las instalaciones y entregar «bombas de agua, calentadores, casas-contenedores y baños portátiles, camas, mantas y tiendas de campaña», había explicado el jueves la jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock, cuyo país preside el G7.
«Reiteramos nuestro compromiso inquebrantable de continuar proporcionando el apoyo financiero, humanitario, político, técnico y de defensa que Ucrania necesita para aliviar el sufrimiento de su población y defender su soberanía e integridad territorial en sus fronteras reconocidas a nivel internacional», afirmaron los ministros de Asuntos Exteriores.
Los países industrializados (Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Japón) mantendrán la imposición de «costes económicos a Rusia y otros países, personas privadas o instituciones» que apoyen militarmente la guerra de Moscú.
El jueves, Baerbock declaró en la apertura de la reunión que los países del G7 no permitirían «que la brutalidad de esta guerra lleve a la muerte en masa de ancianos y niños, jóvenes o familias en los próximos meses de invierno».
El canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, intervino el jueves por videoconferencia para «hacer un balance» de la situación en su país. Muchas ciudades ucranianas, entre ellas la capital Kiev, sufrieron en las últimas semanas bombardeos que afectaron especialmente a las instalaciones civiles, provocando cortes de agua y electricidad.
Los países del G7 pidieron también a Rusia la extensión del acuerdo sobre las exportaciones de granos ucranianos, informó un diplomático estadounidense de alto nivel, citado por la agencia de noticias AFP. El acuerdo, que está vigente desde el 1 de agosto, permitió exportar 10 millones de toneladas de cereales y otros productos agrícolas, aliviando la crisis alimentaria mundial provocada por la guerra en Ucrania.
«Todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de prolongar el acuerdo de cereales» a través del mar del Negro, declaró este funcionario a periodistas, y precisó que los países del G7 apoyaban en particular los esfuerzos del secretario general de la ONU António Guterres para «convencer a Rusia de prolongar el acuerdo».
Las declaraciones del funcionario, bajo anonimato, se produjeron al margen de una reunión de los ministros de cancilleres en Munster. Las exportaciones de cereales de los puertos ucranianos se reanudaron esta semana, después del regreso de Rusia al acuerdo.
Ayer, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan prometió que Rusia y Turquía van a «entregar gratuitamente» cereales a países africanos en riesgo de hambruna, tras un anuncio similar de Moscú el sábado.
«Ayudemos a los países en desarrollo», declaró el jefe del Estado turco. Y, acotó: «El presidente (ruso Vladimir) Putin me dijo que deberíamos entregar gratuitamente cereales a estos países, como Yibuti, Somalia o Sudán». Erdogan añadió que hablarán «más ampliamente durante el G20», previsto a mitad de noviembre en Indonesia.
Desde Beijing, China, el jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, pidió a Putin que «no rechace» la prolongación del acuerdo sobre las exportaciones de granos ucranianos.
Moscú expresó el sábado pasado su disposición a entregar gratuitamente 500.000 toneladas de cereales a países pobres en los próximos meses con ayuda de Turquía.