Un vecino de Merlo compró dos botellas de fernet a un vendedor ambulante con la esperanza de disfrutar de un tiempo de esparcimiento. Pero al probar un poco de la primera botella, descubrió que la bebida no tenía alcohol ni sabor, solo era agua con colorante.
En un intento por advertir a otros, el hombre compartió su historia y, a su vez, fue reproducida por Noticias Merlo, en su página web de Facebook.
Cientos de usuarios comentaron sobre sus experiencias, pero la gran mayoría lo criticó por no querer pagar el precio real.
“¡Aquí, en La Rioja, andaban vendiendo fernet trucho a los comercios hace años!”, comentó un usuario, mientras que otros recriminaron la acción del hombre, ya que se trata de una preciada bebida: “Les pasa por comprar barato. Como se dice el dicho, ‘lo barato sale caro’”, sentenció una seguidora.