Durante la primera jornada de los alegatos por parte de los defensores de los trece acusados por el homicidio de Blas Correas, el joven asesinado por la Policía de Córdoba en agosto de 2020, los abogados de Javier Alarcón y Lucas Gómez pidieron penas considerablemente menores a las que habían solicitado los fiscales y la querella.
En el caso de Javier Alarcón, el suboficial que disparó sin llegar a herir a ninguno de los ocupantes del vehículo donde se trasladaban Blas y sus cuatro amigos, los abogados Nicolás Moyano y Hugo Luna pidieron que su defendido sea absuelto de los cargos de homicidio y tentativa de homicidio y que se encuadre su conducta en abuso de armas y daño. Vale la pena destacar que Alarcón habría realizado dos disparos, uno impactó contra una rueda y el otro rozó el techo.
Por su parte, el doctor Gastón Schonfeld, el defensor del policía Lucas Gómez, pidió que el tribunal no condene a prisión perpetua a su cliente. De esta forma, solicitó que el hecho se entienda como “homicidio agravado con exceso en la función”, o subsidiariamente “homicidio simple con dolo eventual”. De esta manera, Schonfeld sostiene que la pena no debería ser mayor a 25 años. La noche del fatídico suceso, Gómez realizó cuatro disparos de los cuales uno hirió de muerte a Blas Correas.
En ese sentido, el abogado de Gómez añadió que “la intención de su cliente fue tirar abajo, a las cubiertas (del automóvil) y por efecto propio del golpeteo al momento del disparo, el arma se eleva”, y que es por eso que los proyectiles impactan sobre la parte de luneta del automóvil, explicó el letrado ante el tribunal y los miembros del jurado.
También dijo que Gómez actúa “alertado por una inminente situación de riesgo” a partir de la comunicación por frecuencia radial (desde otro puesto de control) que le informan que unos motociclistas habían denunciado sobre seis chicos en un auto Argo Blanco habían “intentado robarle y que podrían estar armados”.
Ambos acusados llegaron al juicio acusados por: “homicidio calificado por abuso de su función y por ser miembro de las fuerzas policiales; homicidio agravado por el empleo de armas de fuego; tentativa de homicidio calificado por abuso de su función por un miembro de las fuerzas policiales, y tentativa de homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, todos ellos en concurso real”.
Finalmente, las defensas de los policías Ezequiel Vélez y Leandro Quevedo, quienes pidieron la “absolución” de los cargos de “falso testimonio y encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional”.