La abogada Daniela Morales Leanza señaló que “entendemos que la atención no fue ni eficiente ni oportuna para neutralizar la violencia”. Silva, quien además era madre de un niño de un año y medio, murió de dos disparos propinados por Rodolfo Tissera (40) en la puerta de su casa en barrio Suárez. La víctima tenía el botón antipánico, pero no llegó a accionarlo. Fueron los familiares quienes lo hicieron, pero cuando fue atendida por los servicios médicos, Giuliana ya había muerto.