Durante una de las últimas audiencias por los crímenes de Valentino Blas Correas en la Octava Cámara del Crimen de Córdoba, Soledad Laciar, madre del adolescente asesinado pidió la palabra luego de que la defensa formulara los cargos.
Laciar subió al estrado y miró directamente a los imputados acusados de matar a su hijo y leyó con voz temblorosa lo que su otro hijo, Juan, le hizo decir durante el juicio por su hermano muerto.
“Cuando se llevó a cabo la primera marcha pidiendo Justicia por mi hermano, la noche anterior mientras lloraba a escondidas con la que entonces era mi novia, le dije ‘algo tengo que decir mañana. No puede ser sólo una marcha de silencio’, y ‘qué vas a decir’ me preguntó. Unos minutos de silencio se hicieron entre los dos. Lo único que podía pensar era en su frase ‘qué iba a decir’. Si en aquel entonces no entendía dónde estaba parado, no entendía la gravedad de los hechos, pero fundamentalmente, no entendía por qué Blas no estaba conmigo, si hacía solo una semana estábamos riendo en casa”, comenzó la madre.
Y prosiguió: “Hoy les comparto algunas palabras que dije el 13 de agosto: hay miles de por qué que no logro entender. ¿Por qué te arrebataron la vida quienes juraron protegerte?. ¿Por qué no te atendieron en la clínica los últimos minutos de tu vida?, ¿Por qué maltrataron a tus amigos en la forma en que lo hicieron?;¿Por qué no nos dijeron nada a mí y a mamá cuando llegamos y te vimos envuelto en esa bolsa blanca?; ¿Por qué esa noche había tantas preguntas y pocas respuestas?; ¿Por qué intentaron ensuciar la escena?;¿por qué se manejaron con tanta impunidad?; ¿Por qué se tiene que movilizar tanta gente para que esto no se olvide ni se repita? ¿Habrá más Blacitos en Córdoba?, ¿Sufrirá alguien más el dolor que estamos atravesando la familia y yo?;¿Cambiará esto en algún momento?”, leyó la mamá de Blas ante el tribunal de turno.
“Estamos en los últimos días de este juicio, y ustedes al igual que yo han logrado dilucidar alguna de las respuestas que me pregunté a voz pública en aquel entonces. Policías de la provincia de Córdoba arrebataron la vida de un niño de 17 años de edad e intentaron quitarle la vida a sus amigos. Bailaron después de hacerlo y hasta decían ‘amor, no sabés lo que te estás perdiendo’”, en relación a lo manifestado por la policía Wanda Esquivel, luego de que sus compañeros Javier Alarcón y Lucas Gómez balearan a mansalva al Fiat Argo en el que se trasladaban Blas y sus amigos.
“Maltrataron a sus amigos, queriéndolos hacer culpables de un hecho del que solo eran víctimas, porque mientras Juan y Camila gritaban que Blas se moría en el auto, lo importante era jugar a los detectives con un baúl y esperar a ver qué dice el jefe. Los jefes, mientras mi mamá y yo llorábamos a Blas, armaban un plan maquiavélico, cobarde e indigno de una policía para intentar encubrir todo esto”, concluye la desgarradora carta que escribió Juan.