La octava sala penal de Córdoba, integrada por un jurado popular, emitirá su veredicto este viernes contra 13 policías acusados de homicidio y encubrimiento del asesinato de Valentino Blas Correas. Además, se escucharán las últimas palabras de los acusados.
En el caso de «gatillo fácil» que conmocionó a la sociedad cordobesa, los policías Javier Alarcón y Lucas Gómez son los más complicados de la causa. Ambos, fueron acusados de ser coautores de homicidio calificado por abuso de su función como miembros de las fuerzas policiales y agravado por el empleo de armas de fuego. La fiscalía pidió prisión perpetua para los dos.
El resto de los oficiales fueron imputados por encubrimiento agravado por sus funciones y por omisión de deberes de funcionario público. Si la Justicia los considera culpables, podrán recibir entre 5 y 6 años de prisión.
Alejandro Pérez Moreno, abogado de la familia del joven, dijo que a partir de las 9 de la mañana los imputados harían sus declaraciones finales. Luego, en horas de la tarde, la Sala integrada por Marcelo Nicolás Jaime, Juan Manuel Ugarte y Mario Centeno emitirá su veredicto.
Previamente, Moreno pidió que se investigue “de la cúpula para abajo” a todos aquellos oficiales que estuvieron involucrados en el caso.
Cabe recordar que durante los alegatos que comenzaron el 22 de febrero, los fiscales Marcelo Hidalgo y Fernando López Villagra, al igual que los tres querellantes, habían solicitado condenas a prisión perpetua para Lucas Gómez y Javier Alarcón, los dos principales acusados.
En tanto que pidieron cinco años y nueve meses de prisión para la oficial ayudante Yamila Martínez, la compañera de patrullero de Gómez y quien participó del supuesto rastrillaje en el que secuestraron el revólver.
También seis años de prisión para Walter Soria, Jorge Galleguillo, Sergio González y Gatica; cinco años y nueve meses para Enzo Quiroga; cinco para Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Toloza y Ezequiel Agustín Vélez; y cinco años y cuatro meses para Leandro Alexis Quevedo.
El hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Blas Correas (17) y sus amigos circulaban por avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas en el sur de la capital cordobesa, y evadieron un control vehicular porque el conductor observó que uno de los policías empuñaba un arma y lo apuntaba en la cabeza.
Ante esa situación y tras una persecución, los policías dispararon contra el auto y uno de los balazos impactó sobre la zona de la escápula derecha de Correas que le ocasionó lesiones en el pulmón derecho, la vena cava inferior y el ventrículo derecho, y le produjo la muerte.
En este proceso también son partes la Secretaría de Derechos Humanos de la nación como ‘amicus curiae’ (asesores jurídicos voluntarios del Tribunal), y el organismo de Amnistía Internacional como ‘observador’ del juicio.