El asesinato cometido el domingo último en San Petersburgo contra un reconocido bloguero y periodista, militante de la invasión rusa a Ucrania, se instaló en el centro de la atención del conflicto, mientras permanece en suspenso la situación de la sitiada ciudad ucraniana de Bajmut y occidente aumenta la presión para que Moscú libere a un periodista estadounidense acusado de espionaje.
“Se ha establecido que el acto terrorista cometido el 2 de abril contra el destacado periodista Vladlen Tatarski en San Petersburgo fue planeado por los servicios especiales de Ucrania con la implicación de agentes de personas que cooperan con la llamada Fundación para la Lucha contra la Corrupción (etiquetada como agente extranjero y prohibida en Rusia por extremista) de (Alexey) Navalny, de la cual la detenida Daria Trepova es partidaria activa”, dijo un comunicado del Kremlin citado por la agencia de noticias Sputnik.
Trepova, quien es la principal sospechosa, fue detenida ayer más temprano, informó a través de Telegram el Comité de Investigación de Rusia. El bloguero Maxim Fomin, conocido con el seudónimo de Vladlen Tatarski, murió el domingo en un atentado con bomba en un café de San Petersburgo donde intervenía en una conferencia de una organización de apoyo a la ofensiva rusa en Ucrania llamada Cyber Z Front.
Nacionalista y corresponsal de guerra de 40 años, era originario de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, una zona rusoparlante que recibió ataques de Kiev desde 2004 y que Rusia anexó tras su ofensiva en febrero de 2022.
Por otra parte, la detención del periodista estadounidense Evan Gershkovich, del diario The Wall Streed Journal, originó un reclamo del jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg. Además, la defensa de Gershkovich, de 31 años, apeló su detención, informó un tribunal de Moscú. El periodista fue arrestado en Ekaterinburgo (Ural) por el Servicio Federal de Seguridad (FSB), que lo acusa de “espionaje”, pero tanto el trabajador de prensa como el medio para el que trabaja niegan estas acusaciones.