El presidente electo, Alberto Fernández, eligió Tucumán como escenario para reunirse, primero en un acto y luego en un almuerzo, con gobernadores peronistas del norte del país, intendentes del conurbano bonaerense, sindicalistas de la CGT y empresarios, en su primer viaje después de la elección del domingo pasado. Se trató de un gesto de Fernández a los mandatarios provinciales que no habían tenido lugar sobre el escenario durante los festejos en el búnker del Frente de Todos en el barrio porteño de Chacarita, el domingo pasado.
La excusa fue la ceremonia de asunción del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, donde también estuvieron sus pares Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan) y Gerardo Zamora (Santiago de Estero). Se sumaron el vicegobernador de Santiago y senador electo, Emilio Neder, la vicegobernadora bonaerense electa e intendenta de La Matanza, Verónica Magario, y el gobernador electo de La Rioja, Ricardo Quintela.
También estuvieron presentes dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT), la Unión Industrial Argentina (UIA), el diputado Daniel Scioli, y el diputado electo Sergio Massa. Fernández hizo uso de la palabra en el acto que se realizó en un teatro de la capital tucumana. Allí aseguró: “Vamos a ser un país gobernado por un presidente y 24 gobernadores. Vamos a hacer la Argentina federal, no va a ser un discurso, va a ser una realidad”.
En lo que fue su primer discurso tras la victoria electoral, el dirigente peronista repasó las dificultades que le esperan cuando se haga cargo de la administración nacional pero se mostró “convencido” de que el país se va a poner de pie. “Vamos a enfrentar un tiempo complejo”, advirtió. “Si algo nos hizo distintos en América latina es que siempre garantizamos el derecho a los que trabajan, el derecho a educarse y el derecho a la salud pública y hace cuatro años que vienen insistiendo en quitar esos derechos”, añadió.