Cuatro soldados israelíes y un civil resultaron heridos ayer en un ataque con disparos desde un vehículo en Jenin, en el norte de Cisjordania ocupada, según informaron militares y médicos, mientras que un palestino murió asesinado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que ingresaron en el campo de refugiados Balata en Naplusa para arrestar a hombres buscados.
En ese marco, la ONG Amnistía Internacional (AI) denunció ayer la “destrucción generalizada” que causó la reciente ofensiva militar de Israel contra la Franja de Gaza y dijo que supuso “una forma de castigo colectivo” contra la población civil del enclave palestino.
Amnistía dijo en un informe publicado que “Israel destruyó viviendas palestinas de forma ilegal y sin que mediaran necesidades militares, en lo que constituye una forma de castigo colectivo contra la población civil”. Además, calificaron los ataques como “desproporcionados”.