Una nueva ola de medidas de fuerza en reclamo de una recomposición salarial que cubra el alto costo de vida como consecuencia de la inflación en Reino Unido, que se mantiene en el 8,7% anual, promete desafiar la paz social del país durante los próximos meses.
Médicos residentes, consultores del sistema público de salud (NHS), maquinistas y personal de aeropuertos se encuentran en el epicentro de estas movilizaciones, que surgen a raíz de disputas salariales y reclamos de mejoras en las condiciones laborales.
La huelga de los médicos residentes, que comenzó la semana pasada, llegará a su fin hoy, pero la Asociación Médica Británica (BMA) anunció ayer que los médicos del NHS realizarán otra medida el 24 y 25 de agosto, en respuesta a un aumento salarial “irrisorio” del 6% ofrecido la semana pasada por el Gobierno británico.
En el sector del transporte, el sindicato de los maquinistas Aslef, anunció que sus afiliados no trabajarán horas extras, lo que supondrá una nueva interrupción en los ferrocarriles.