Las operaciones en pesos por medio de tarjetas de crédito crecieron un 6,1% en julio respecto a junio, y en términos interanuales un 97%, lo que está por debajo del nivel de inflación estimado para el séptimo mes del año. Significa un descenso en términos reales, de acuerdo a un estudio de First Capital Group (FCG).
El consumo financiado por tarjetas de crédito alcanzó los $3.252.206 millones en julio, lo que representa un incremento del 6,7% nominal respecto al cierre de junio.
De esta manera, el análisis refleja una caída en términos reales en comparación con la inflación, que las consultoras privadas estiman en torno al 7% mensual.
Frente al rendimiento reflejado, Guillermo Barbero, socio de la consultora, analizó que «esta cartera es la que presenta el mayor incremento mensual en términos porcentuales y en valores absolutos, seguramente gracias a los programas de financiamiento en cuotas re-lanzados por las autoridades económicas nacionales durante los últimos días de junio», considerando que «debido a estos incentivos, el financiamiento a través de los plásticos, toma una mayor importancia relativa en el comportamiento de las familias».
En cuanto a las operaciones con tarjetas de crédito en dólares se registró una baja interanual del 24,3%, aunque con un comportamiento mensual irregular alternando alzas y bajas.
Desde la consultora precisaron que en julio hubo un descenso del 8% respecto al mes anterior, con un saldo que ascendió a US$243 millones.
Barbero explicó este escenario señalando que «los particulares mantienen prudencia a la hora de consumir en el exterior con sus tarjetas, debido a los tipos de cambio diferenciales que encarecen la operatoria de las mismas».
Por el lado de los préstamos personales, el resultado que arrojó el informe fue un aumento en términos nominales de un 3,1% mensual.
El saldo subió a $1.453.124 millones para el total acumulado, presentando un crecimiento interanual del 65,1%, contra los $880.125 millones al cierre del mismo mes del año anterior.
Al respecto, Barbero sostuvo que «la variación de saldos de este mes y de este año, comparados con la inflación esperada, arroja una nueva caída en términos reales, también tenemos que tener en cuenta que durante el año último, prácticamente todos los meses la variación de la cartera fue negativa, en síntesis, hay una sostenida tendencia a la baja de los saldos prestados».
Asimismo, indicó que «la suba de las tasas de interés y el acortamiento de los plazos son los motivos de la caída indicada, ambos síntomas reconocen un origen común: la desvalorización de nuestra moneda y su influencia sobre las decisiones de otorgantes y tomadores».