A 10 años de haber lanzado su icónico “hagan lío” en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, el papa Francisco volvió a reunir multitudes en un país de lengua portuguesa y tuvo cinco días de actividades con convocatorias que superaron las expectativas y durante las que llamó a los jóvenes reunidos en Lisboa, Portugal, a “cambiar el mundo” con inclusión y paz y preocupación por el ambiente.
“No sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños”, clamó el Papa en su primer día en Lisboa, en donde pidió a los jóvenes que “busquen y arriesguen”.
En línea similar les habló luego a los universitarios a los que exhortó a hacer del mundo un lugar más justo e inclusivo.
Allí, los instó a asumir riesgos y a rechazar la tentación de perpetuar únicamente el statu quo. ”Ustedes son la generación que puede vencer este desafío, tienen los instrumentos científicos y tecnológicos más avanzados, pero, por favor, no caigan en la trampa de visiones parciales. Necesitamos poner el drama de la desertificación en paralelo al de los refugiados, el tema de las migraciones junto al del descenso de la natalidad, necesitamos ocuparnos de la dimensión material de la vida dentro de una dimensión espiritual”, agregó.