La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió hoy que se permita el ingreso de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y alertó de que la situación en el enclave «se está volviendo incontrolable», un día después del bombardeo de un hospital que dejó cientos de muertos, y del que Israel y las milicias palestinas de Hamas se acusaron mutuamente.
«Necesitamos que la violencia cese de todos los lados», dijo en la red social X el máximo responsable de esta agencia de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien lamentó también que hasta ahora no se haya podido entregar ayuda humanitaria en este enclave palestino bloqueado por Israel.
«Cada segundo que esperamos para introducir ayuda médica, perdemos vidas», dijo el médico etíope, al destacar que dicha ayuda lleva cuatro días bloqueada en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza.
«Necesitamos acceso inmediato para empezar a entregar material que puede salvar vidas», enfatizó el responsable, para quien «la situación en Gaza se está volviendo incontrolable».
Al igual que numerosos responsables de agencias de la ONU y de ONGs y otros países, el experto reclamó la apertura del puesto fronterizo de Rafah, el único entre Gaza y Egipto.
Desde hace días, toneladas de ayuda están bloqueadas en el desierto del Sinaí egipcio ya que el paso de Rafah está cerrado del lado palestino, tras cuatro bombardeos esta semana.
Estados Unidos dice estar trabajando para un acuerdo, pero israelíes y egipcios no se ponen de acuerdo sobre las garantías de seguridad para una apertura del paso.
La Franja de Gaza está bajo asedio de Israel, que decretó dicha medida tras un ataque sin precedentes del movimiento islamista Hamas, que gobierna este empobrecido territorio.
Al menos 3.478 palestinos murieron en la Franja de Gaza en bombardeos israelíes desde los ataques de Hamas en Israel, entre ellos 471 fallecidos ayer en un hospital de Ciudad de Gaza alcanzado por un proyectil, informó hoy el grupo islamista palestino.
Israel, en cambio, atribuyó el bombardeo al «lanzamiento fallido de un cohete» por parte de la Yihad Islámica, otra organización palestina que opera en el enclave.