Intensos combates y bombardeos se desarrollaban ayer en la Franja de Gaza, al día siguiente de que el movimiento terrorista Hamás advirtiera que ninguno de los rehenes capturados en Israel saldría “vivo” si no se cumplen sus exigencias sobre la liberación de presos palestinos.
En tanto, la Asamblea General de la ONU celebrará hoy una reunión especial sobre el conflicto en Medio Oriente, después del veto estadounidense a una resolución del Consejo de Seguridad que pedía un “cese del fuego humanitario” en Gaza, en respuesta a un pedido de Egipto y Mauritania, representantes de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y del Grupo Árabe.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (EU), Josep Borrell, sumó ayer su pesar por el veto de Estados Unidos al proyecto de resolución de Emiratos Árabes Unidos (EAU) sobre la Franja de Gaza, durante la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU del sábado pasado.
El documento fue copatrocinado por al menos 97 miembros de la ONU, pero se abstuvo Reino Unido en la votación, mientras que los otros 13 miembros votaron a favor. “Muchos países de la UE fueron copatrocinadores de la propuesta de EAU. Lamentablemente, Estados Unidos vetó la propuesta”, dijo Borrell antes de la reunión de los ministros de Exteriores de los países de la sede central de la UE, en Bruselas.
En tanto, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, volvió a rechazar un alto el fuego, aunque dijo que el Gobierno del presidente Joe Biden era “muy, muy consciente del terrible costo humano” del conflicto. “Con Hamás todavía vivo, todavía intacto y con la intención declarada de repetir el 7 de octubre una y otra vez, perpetuaría simplemente el problema”, declaró.
Por otro lado, el Ministerio de Salud de Gaza informó ayer que más de 18.200 palestinos murieron y casi 50.000 resultaron heridos en la actual ofensiva israelita en el enclave. El vocero de la cartera de Salud, Ashraf al Qodra, acusó a Israel de la muerte de cientos de heridos que esperaban ser trasladados a Egipto desde Gaza y de haber impedido que otros cientos de heridos se atendieran en hospitales del norte del territorio, devastado por bombardeos.